Gabriela Mariño. Es transexual y lucha por el reconocimiento de los derechos de la población LGBTI. (César Fajardo)
Gabriela Mariño. Es transexual y lucha por el reconocimiento de los derechos de la población LGBTI. (César Fajardo)

Redacción PERÚ21

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Estuvo a punto de morir por su orientación sexual. Se llama Gabriela Mariño, tiene 58 años y es transexual. Aunque está casi acostumbrada a que la gente la mire con desdén y murmulle a sus espaldas cuando se enteran del nombre masculino que sus padres le pusieron al nacer –y que aún figura en su DNI– no puede entender que en el Perú le nieguen la atención de salud solo por su orientación sexual.

Ocurrió hace tres años. Gabriela se sintió mal y acudió a un centro de salud en Ñaña. "El médico era amable, pero apenas se dio cuenta de que yo era transexual se paró sorprendido y se apartó". No la revisó, solo le dio calmantes. Dos días después Gabriela estaba peor, pero en el hospital Loayza y en una clínica particular no le dieron la atención que necesitaba. Esa misma madrugada se le reventó el apéndice y fue llevada de emergencia al hospital Casimiro Ulloa. Allí, aunque los médicos no decidían si enviarla al pabellón de hombres o mujeres, finalmente la operaron. Pero no todo salió como esperaba.

Al día siguiente de la intervención quirúrgica, el médico que revisó a la paciente la maltrató al enterarse de su orientación sexual. "Apenas supo que yo era transexual, pidió guantes. Pero eso no fue todo, prácticamente me arrancó el dren que tenía en el estómago. Yo sentí fobia, una actitud machista. El médico me tocaba solo para lastimarme. Después de eso, tuvieron que abrirme la herida para drenar el líquido. Me humilló y me hizo mucho daño", recordó.

Pero esta no es la única historia de discriminación por la orientación sexual de una persona. La arequipeña Tazz Montenegro tuvo que denunciar a su hermana mayor luego de que esta, al enterarse de que era lesbiana, la amenazara con hacerla violar por un hombre para que se hiciera 'mujercita'. "Mi madre decía que yo tenía la culpa y que mi hermana solo me corregía. Caí en depresión y hasta pensé en suicidarme", cuenta Tazz en el Informe sobre derechos humanos de personas trans, lesbianas, gays y bisexuales 2014-2015.

CRÍMENES Y VIOLENCIAPrecisamente el informe recoge la situación de vulnerabilidad en que se encuentra la (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) en el Perú. Alberto Hidalgo, miembro del equipo de incidencia política del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) –autores del informe junto con la Red Peruana TLGB– indicó que actualmente no hay información oficial sobre los casos de violencia y discriminación por la orientación sexual y la identidad de género. Sin embargo, en el último año se han contabilizado 13 asesinatos y cuatro suicidios debido a estas causas. De esos cuatro suicidios tres eran adolescentes con antecedentes de bullying homofóbico o violencia y acoso en el hogar.

Malú Machuca, coordinadora de contenidos del colectivo No Tengo Miedo, dijo que, según su propia recolección de datos, testimonios e historias sobre la población LGBTI, el 90% son afectadas por situaciones de violencia, de las cuales el 35.4% son perpetradas por algún familiar. Si se desagrega por género, se observa que en el 70% de los casos las víctimas fueron lesbianas, bisexuales y hombres trans.

"La violencia se manifiesta en el hogar, pero también es estructural, está en el sistema y la vemos en la calle, en la escuela e incluso cuando se requiere atención médica, pues no hay ninguna posibilidad legal para que una persona pueda acceder a un servicio de salud para hacer su transición sexual en el país. Tampoco es posible el cambio de nombre en el DNI y, sin embargo, este grupo tiene más probabilidad de ser asesinado", comentó.

La Defensoría del Pueblo indicó que, pese a esa situación, los crímenes de odio contra miembros de la comunidad LGBTI no están tipificados en el Código Penal. Además, a pesar de la recomendación de la ONU, esta población –cerca del 8% de peruanos– tampoco ha sido incluida en el Plan Nacional de Derechos Humanos, que es el principal instrumento de protección y defensa de las poblaciones vulnerables.

AVANCE TÍMIDOSin embargo no todo es negativo. Se han logrado algunas pequeñas victorias: hay ordenanzas locales y regionales que reconocen la prohibición de discriminar por la orientación sexual y la identidad de género. Además, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables elabora una norma técnica con recomendaciones para la atención integral de casos de violencia familiar y sexual contra personas LGBTI.

También se ha instalado una mesa de trabajo que reúne a autoridades y la sociedad civil y donde se aborda el problema de la discriminación.Sin embargo, los colectivos LGBTI refieren que este grupo no tiene poder de decisión. "Lo que se necesita es una instancia oficial que documente las cifras de violencia y garantice el derecho a la vida, a la educación, a oportunidades laborales y económicas, a una salud adecuada y a la salud mental", manifestó Machuca.

Anita Araujo, activista por la unión civil, dijo que, aunque el proyecto por el matrimonio igualitario fue rechazado por el Congreso, se ha logrado un gran avance en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI en el Perú, pues esta se ha visibilizado. "Eso permitirá que se tome conciencia sobre la problemática y ejecutar medidas que los protejan", acotó.

TENGA EN CUENTA

  • El sábado 27 de junio se realizará la XIV Marcha del Orgullo LGBTI, una movilización ciudadana que busca visibilizar las diferentes demandas de esta comunidad.
  • Este año el lema es "Ante el exterminio del Estado, nuestros cuerpos resisten", que busca llamar la atención sobre la desatención a esta comunidad.
  • La marcha congrega a todos los activistas de la comunidad LGBTI en el Perú y reúne cada año a más de 5 mil personas.

NOTA DE CORRECCIÓN

  • En una versión anterior de este texto, aparecía "opción sexual" en lugar de "orientación sexual". Si bien ambos términos son aceptados, la mayoría de personas miembros del colectivo LGBTI prefiere hoy el segundo.

Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)

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