Alejandrito te necesita y aquí te decimos cómo puedes ayudarlo a sonreír nuevamente

Con tan solo 5 años, Alejandro Zumarán Cueva pasa por uno de los momentos más difíciles de su vida. Él no puede jugar con sus amigos en el parque, ni pasar horas viendo la televisión como cualquier niño: Alejandrito lucha por su vida a la espera de un transplante de corazón y requiere con urgencia unidades de sangre para continuar esta batalla.

El calvario para Alejandrito y sus padres Franklin Zumarán y Claudia Cueva empezó tres meses atrás, en Chiclayo, cuando le diagnosticaron que su ventrículo izquierdo no estaba compactado.

Las complicaciones en la salud del pequeño llevaron a la familia a dejarlo todo en su tierra natal. En mayo, Alejandrito tuvo que ser trasladado al Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) en Jesús María. Franklin tuvo que abandonar su trabajo, mientras que a Claudia la lograron trasladar a una sede en la capital.

A dos días de cumplir un año más de vida, Alejandrito se encuentra con shock cardiogénico, conectado a aparatos de asistencia circulatoria y respiratoria. Los médicos de dicho nosocomio realizan diariamente todos los esfuerzos para que el niño continúe con vida, mientras esperan la llegada de un corazón para transplantarle, su única salvación.

Sin embargo, Alejandrito también requiere de sangre y plaquetas, de preferencia A+, pero se aceptan todos los grupos sanguíneos, ya que le suministran entre 2 a 3 unidades diarias para mantenerse estable.

En conversación con Perú21,  los padres del pequeño lamentaron que en el Perú no exista una cultura de donación de sangre ni de órganos. 

"En Perú la tasa de donación es muy baja, por mucha desinformación y falta de campañas y educación al respecto. Nuestro anhelo es que el caso llegue a los padres de algún niño o niña posible donante, se sensibilice y, llegado el momento, pueda aceptar la donación de órganos de su pequeño hijo. Son situaciones muy extremas, tanto para los padres donantes como para nosotros como receptores", agregó.

La sangre, plaquetas y el corazón son una necesidad primordial para esta familia, que confía en que un milagro pueda devolverle la sonrisa a su pequeño hijo. 

Ellos también aceptan cualquier apoyo económico, pues la mudanza y los requerimientos para atender a Alejandrito han requerido mucho esfuerzo por parte de sus padres.

Ayudemos a que Alejandrito gane esta batalla y vuelva a sonreír junto a sus padres.