Los rostros detrás de la Toma de Lima

Los argumentos de los organizadores de la tercera Toma de Lima no han variado desde que desataron la ola de violencia en diciembre y enero últimos. Quieren la renuncia de Dina Boluarte, la disolución del Congreso y la restitución de Pedro Castillo como presidente. No importa que este último haya perpetrado el golpe de Estado el 7 de diciembre de 2022. Hay un deseo por retomar el poder y hacerlo a la fuerza.

La elección del 19 de julio como fecha para la protesta no fue casual. Por un lado, pensada por las facciones de izquierda para arruinar las celebraciones por Fiestas Patrias y, por otro, porque se quiere emular un paro nacional que sucedió en los años 70 contra la dictadura de Francisco Morales Bermúdez.

Entre las personas que agitan la idea de invadir la capital figura gente que estuvo al lado de Castillo antes y durante su mandato. Y esos pesos pesados tienen una sanguínea vinculación con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso.

El jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el general PNP Óscar Arriola, confirmó esta semana que la organización terrorista estará definitivamente presente en las protestas.

“Recomendamos a los que van a salir a las calles a ejercer este derecho que tengan mucho cuidado por los que están a su costado, porque ya está comprobada, incuestionablemente, la participación de miembros de Sendero Luminoso. No es ‘terruqueo’; con mucho profesionalismo lo decimos”, declaró a la prensa.

Informes de inteligencia de la Policía Nacional, a los que accedió Perú21, identifican a nueve coordinadores de las marchas. Los cabecillas tienen una genuina identificación con el senderismo.

Los rostros de la violencia

A la cabeza aparece Iber Maraví, exministro de Trabajo de Pedro Castillo, cuya participación en actos terroristas de los años 80 figura en atestados policiales, como reveló este diario.

Su cercanía al exmandatario se mantiene vigente, a tal punto que Castillo lo nombró su vocero político mientras cumple prisión preventiva en el penal de Barbadillo..

El abogado Guillermo Olivera renunció al patrocinio del exgobernante hace unos días alegando que Maraví le ponía trabas a su trabajo al impedir el acceso a documentación que usaría en la defensa.

Maraví ha convocado a las manifestaciones contra Boluarte desde diciembre, y siempre lo hizo desde Ayacucho como dirigente del Frente de Defensa de esa ciudad (Fredepa).

El último miércoles convocó a salir a las calles desde el canal digital Yachay Wasy. “Si el pueblo sale a las calles e impone el tema de la libertad y restitución (de Pedro Castillo), tendrá que ser escuchado y deberá ser remecido el sistema judicial”, dijo.

Otro de los organizadores es Alex Chamán Portugal, fundador del Movadef en Bolivia. Chamán usa las redes sociales para convocar a las marchas y para entrevistar a otros promotores, como César Tito Flores.

En su cuenta de Facebook, en la que, además, comparte imágenes del terrorista Abimael Guzmán, ha publicado videos en los que llama a participar en la marcha.

Una de sus entrevistas también fue a Magno Ortega Quispe, presidente transitorio del Fredepa, identificado por la Policía como agitador de las movilizaciones.

El Fredepa tiene un papel preponderante en las marchas. La Dirección contra el Terrorismo (Dircote), por ejemplo, detuvo en enero a seis de sus miembros, incluida a su lideresa Rocío Leandro Melgar, la ‘camarada Cusi’, por impulsar las violentas protestas en Ayacucho.

Leandro, quien ha estado en las filas del senderismo, terminó detenida, pero Ortega ha tomado la batuta y ahora se encarga de influir en las protestas, según los informes de Policía.

Quien también aparece con un rol importante es Hernán Yabar, a cargo del canal Yachay Wasy. Desde su plataforma no solo exige el retorno de Castillo Terrones a Palacio, sino que les da voz a los demás promotores.

Yabar pregona la instalación de una Asamblea Constituyente para la creación de una nueva Constitución a como dé lugar.

Los que se unen a esta comparsa también son dirigentes de Puno. Están Alexander Pilco Ticona, secretario general de la Fenate; Amador Núñez Mamani, presidente del Frente de Organizaciones Populares; y Lucio Ccallo Ccallata, secretario del Sute y firmante del Movadef.

En junio pasado, este diario reveló que el Comité Nacional Unificado de Lucha del Perú (Conulp) pidió que Lucio Ccallo y César Tito dieran un paso al costado por sus evidentes lazos con el Movadef.

El medio puneño Sin Fronteras reportó un incidente ocurrido con Ccallo, en la ciudad de Juli.

“El cónclave que estuvo programado para las 09:00 horas comenzó con dos horas de retraso, y los primeros minutos se abonaron a cuestionamientos contra el dirigente del Sutep El Collao - Ilave, Lucio Ccallo Ccallata, a quien pidieron que cediera la moderación del evento por su postura radical. Según dijeron, su posición y nexos con el Movadef debilitan las medidas de fuerza que se articulan”, informó el mes pasado.

Estas vinculaciones con el extremismo, sin embargo, no le importaron al movimiento de izquierda Nuevo Perú (NP), que tiene como referente a Verónika Mendoza y a la congresista Sigrid Bazán.

A inicios de julio, Ccallo Ccallata apareció como representante en la Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha, una organización creada para impulsar la Toma de Lima, y compartió mesa con los representantes de NP. Mendoza y Bazán ni chistaron.

A la expectativa

El gobierno ya ha lanzado advertencias a quienes planean hacer destrozos o atentar contra la vida de ciudadanos y policías en Lima.

“Para los sectores de izquierda que están impulsando en la ciudad de Lima, solo decirles que esta protesta será cubierta por la Policía. Vamos a cuidar la seguridad y la vida de la población”, declaró el premier Alberto Otárola.

No se quiere repetir el saldo de muertos que provocaron los enfrentamientos de diciembre y enero entre las fuerzas del orden y violentistas. Las Fuerzas Armadas no saldrán de los cuarteles, todo estará en manos de la PNP, señalaron desde el Ejecutivo a este diario.

La Fiscalía de Prevención del Delito estará activa ante cualquier denuncia penal en este trance.

Pero, finalmente, serán los peruanos de a pie los que sufran con una agresiva protesta. El trabajo, los negocios y la economía están nuevamente en riesgo, y todo por personas que, con la caída de Castillo, se quedaron sin poder.

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