A fines de octubre, el ‘filósofo’ Jaime Villanueva comprometió al presentador Andrés Hurtado en otro hecho de tráfico de influencias. Villanueva declaró a la prensa que el popular ‘Chibolín’ se reunió en 2023 con la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides Vargas, y le pidió interceder para “ayudar” a su amigo, el cómico Alfredo Benavides Gastello, con una investigación penal que afrontaba. El apoyo, en otras palabras, significaba librarlo del proceso.
Hurtado, según el exasesor de Benavides, no fue con las manos vacías. Asistió con una tesis académica para entregarle a la hoy exmagistrada, quien era cuestionada por obtener su título de magíster de forma irregular.
El trueque que el detenido conductor de TV proponía era simple: la tesis a cambio de archivar el caso de Alfredo Benavides.
El testimonio de Villanueva no cayó en saco roto. Ha servido para que Delia Espinoza, ahora fiscal de la Nación, inicie investigaciones contra Benavides Vargas por la obtención de su maestría.
Perú21 constató que Alfredo Benavides ha registrado investigaciones por lavado de activos en el Ministerio Público. Y una de ellas fue archivada por la fiscal superior Elizabeth Peralta Santur, la “madre” de Hurtado Grados.
Millonaria compra y transferencia
La carpeta de Alfredo Benavides llegó al despacho de la fiscal Elizabeth Peralta a partir de una apelación interpuesta por la Procuraduría de Lavado de Activos. De la misma forma que recibió el caso de Javier Miu Lei, quien reclamaba la devolución de cinco barras de oro.
El ciudadano Héctor Ayala denunció en 2018 una serie de adquisiciones y transferencias irregulares por parte de directivos de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO). Una de esas operaciones tenía como protagonista al reconocido comediante.
En mayo de 2015, Benavides Gastello compró a Felícita Peralta Chávez un inmueble en Trujillo, La Libertad, por el precio de US$600,000. Al cambio en soles, ese valor ascendía a S/1’980,000.
Pero un año después, vendió el bien a la sociedad conyugal Forje Fajardo Orihuela con un valor muy inferior. La propiedad se fijó en US$419,000; es decir, US$181,000 menos del precio inicial.
En su defensa, Benavides alegó ante la Fiscalía que adquirió el inmueble de la calle Leandro Alvina con dinero “de sus ahorros por tener 30 años de vida artística”.
Respecto al precio de venta sostuvo que le puso ese monto debido a que tenía una “deuda” con los Fajardo. No se leen más explicaciones, de acuerdo a la disposición fiscal a la que accedió Perú21.
Lo increíble es que la fiscal Peralta se contentó con esos argumentos, se creyó la historia de los ahorros de Benavides, dispuso no investigar más y, el 8 de marzo de 2021, confirmó en parte la decisión adoptada en primera instancia.
De esa forma, también desestimó el pedido de la Procuraduría que requería una pericia contable para determinar si Alfredo Benavides, y otros tres investigados, amasaban los recursos necesarios para comprar onerosos inmuebles.
Para 2021, Peralta ya era amiga de ‘Chibolín’. Es más, ya se había mejorado la dentadura en el Centro Odontológico Posadas gracias al canje que le ofreció el conductor de televisión en 2020, como lo reveló este diario.
En esa época, además, Javier Miu Lei ya buscaba recuperar el oro que la Fiscalía le incautó. Según la investigación, un extremo de ese caso llegó a la fiscal Peralta, quien archivó el mismo y, a cambio de un millón de dólares, se encargó de conseguir la entrega del mineral precioso, que finalmente fue autorizada por el fiscal Lucio Sal y Rosas.
Implicado con Burgos
No obstante, hay una pregunta que cae por sí sola a propósito de lo revelado por Jaime Villanueva. ¿Por qué Andrés Hurtado, a quien se le confirmó ayer 18 meses de prisión preventiva, quería que se archive una indagación a su amigo Benavides si Peralta ya lo había hecho?
La respuesta es que Benavides Gastello tiene otro proceso abierto por lavado de activos que lo involucra con el exalcalde de San Juan de Lurigancho Carlos Burgos.
Y esa carpeta no estaba a la vista de Peralta Santur, sino del fiscal superior Rafael Vela.
Este diario envió preguntas por WhatsApp a Alfredo Benavides para conocer si su amigo Hurtado medió en sus investigaciones.
También se contactó a Benji Espinoza, abogado de Elizabeth Peralta, quien indicó que consultaría a su patrocinada sobre la disposición que emitió. Al cierre de esta edición no hubo respuesta de ninguno.
Pasan los días y la situación de la fiscal superior se complica más. Ayer, la Corte Suprema acordó convocar a un juez dirimente, ya que en la Sala Penal Permanente se dividieron el voto entre los que aprueban dictar prisión preventiva a la magistrada y los que no.