/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Tsunami del lucro

El lunes mencionábamos que, según el informe de Greenpeace, el terremoto y el tsunami no causaron el accidente nuclear de la planta de Fukushima Daiichi.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

La prensa no ha profundizado en el asunto pues no conviene a las empresas vinculadas a la industria nuclear y porque en Estados Unidos –tanto demócratas como republicanos– sostienen la necesidad de mantener esta fuente de energía a pesar de Chernóbil, de Fukushima y de una serie de accidentes menores que, juntos, constituyen una gran catástrofe.

Según Greenpeace, cada 7.5 años ha habido un accidente nuclear, y en el caso de Fukushima conocían los riesgos reales, pero hicieron caso omiso. Además, "los planes de emergencia nuclear y evacuación para la protección de las personas fracasaron totalmente, a pesar de que Japón es uno de los países mejor preparados para gestionar catástrofes y, finalmente, los contribuyentes pagarán la mayor parte de los costes". Japón es uno de los tres países en los que, por ley, el operador de la central nuclear es responsable de la totalidad de los costes de un desastre nuclear, pero los regímenes de responsabilidad e indemnización de la ley son insuficientes. Para sobrevivir, las personas afectadas han de buscar en sus propios recursos. Las cifras son dramáticas: evacuados: 150,000; suelo contaminado por sustancias radiactivas: 28 millones de metros cúbicos; costo total del desastre: de U$S520,000 a 650,000 millones (cerca del costo de la burbuja hipotecaria en EE.UU.). Es válido pensar que detrás de esta desgracia se agazapa el afán de lucro desmedido que esta sociedad ha escogido como su mayor valor de referencia.