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En nombre de mamá

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Cada día tiene más poder. (AP)
Fecha Actualización
BUENOS AIRES (Tomado de El Mundo).– Pese a que guarda un perfil bajo, Máximo Kirchner –hijo de la mandataria argentina Cristina Fernández– va adquiriendo más poder, según testimonios de ministros y del entorno más cercano a la familia presidencial.

Durante las 72 horas en que estuvo hospitalizada la jefa de Estado por una operación a la tiroides, el joven –de 35 años– fue quien manejó los asuntos más importantes de la Casa Rosada, dejando como una figura decorativa al vicepresidente Amado Boudou.

Las similitudes con su padre –el difunto Néstor Kirchner– son evidentes, aunque Máximo jamás pierde los estribos y nunca levanta la voz.

De hecho, como jamás ha pronunciado un discurso público, son pocas las personas que han escuchado hablar al hijo de Cristina Fernández. Pero nadie ignora que desde la muerte de su padre, en octubre del 2010, Máximo se transformó en la segunda persona más influyente del país.