Miss Miserias
Todos esperábamos que, en el pasado reciente, nuestra Miss Perú Mundo, Melissa Paredes, hubiera sido, como mínimo, una abnegada misionera de las Madres de la India o una doctora summa cum laude en Egiptología, pero no. Resulta que, en vez de eso, se había contentado con ser “Miss Colita Ventanilla”. Tamaña decepción nacional la precipitó a tomar una aciaga decisión, y Melissa anunció amargamente su renuncia a aquella soñada corona que había ganado en tan buena lid, no sin antes pedir perdón al pueblo peruano por el pecado nefando de haberse tomado unas fotichis de cara al muro en diminuto y lúbrico disfraz de ‘conejita’. Mientras tanto, en la otra orilla, Cindy Mejía, nuestra mesocrática y abracadabrante Miss Perú Universo 2012, pasaba piolaza y sonreía con su sonrisa perfectísima, soberbia catedral gótica de orfebrería Multident, al tiempo que de sus labios emergían frases para el bronce, iluminando al mismísimo sol con su inconfundible mirada bovina.