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Defienden pequeña hamburguesa

Que la superpotencia intervenga en otro país por medios no bélicos, pero tampoco legales, dice de la calidad de la democracia cuya máscara actual es el sonriente rostro de Barack Obama.

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Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Un tribunal en lo comercial de El Salvador podría subastar las propiedades intelectuales de McDonald's (así se le llama también al nombre y a los secretos íntimos de una hamburguesa). En 2005, la empresa mencionada fue sentenciada a pagar 23.8 millones de dólares a la empresa Servipronto El Salvador S.A. en indemnizaciones por daños y perjuicios. El conflicto comenzó en 1997, cuando McDonald's rompió unilateralmente sus contratos con Servipronto que terminaban en 2016, lo que originó la demanda. Los demandantes afirman, y conociendo los hábitos abusivos de muchas transnacionales es lógico creerle, que McDonald's apeló a recursos legales –y de los otros– para bloquear el juicio y luego para incumplir la sentencia. Denunciaron, además, que la embajada de Estados Unidos realizó presiones ante las autoridades, los tribunales y otros sectores nacionales para apoyar a McDonald's. El Gobierno de EE.UU. le retiró la visa que tenía desde hacía 40 años al principal demandante, le embargó una propiedad en el estado de la Florida, y, con medidas y presiones, destruyó una empresa de su propiedad en ese país. El agredido expresó que es la primera vez que la transnacional pierde un proceso judicial en el mundo y sufre un embargo de sus marcas. Usted me dirá que hay temas más serios. Efectivamente, pero es a la embajada gringa a la que debe quejarse por usar las prerrogativas que le otorga el derecho internacional para subvertir la justicia de un país.