El complejo de Adán

Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

"Si no se nos ocurrió a nosotros, no es importante" parece ser el lema de funcionarios novatos y de políticos experimentados. La falta de continuidad en el esfuerzo que ya denunciaba Basadre hace 80 años, junto con el centralismo y la proliferación de caudillos, como los males seculares de la República. Para mencionar los casos más recientes, recordemos la decisión del Municipio de Lima de suspender el tráfico en un mismo sentido durante los domingos veraniegos.

El sistema se utilizó durante años y el beneficio para la mayoría fue notorio. En el mismo sentido, quienes seguimos la programación informativa de la televisión descubrimos con preocupación que nuevamente se está utilizando la señal de TVPerú (Canal 7) para transmitir avisos comerciales, retrocediendo en lo que, sin duda, fue un logro de la gestión anterior. Al hacerlo se incurre en una situación que bordea la ilegalidad y, además, se desvirtúan el sentido y la razón de ser del canal estatal.

Al Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP), el Estado le cede –gratuitamente– la red nacional. Es decir, más de 1,400 repetidoras y el servicio satelital por valor de millones de dólares. Esa red nacional ha sido comprada, instalada y pagada anualmente con cargo a los presupuestos de los ministerios de Educación y de Transportes, y no está prevista para que terceros vendan productos y/o servicios.

Los únicos "beneficiados" de tamaña subvención estatal son los contratantes y los comisionistas. Existen formas más inteligentes e imaginativas de cubrir los costos de una buena programación e impedir la persistencia de vendedores de avisos y de gerentes comerciales de segunda que coparon por muchos años TVPerú.