/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

El canal de los milagros

Un canal de cable se especializa en milagros. El viernes vi a una sorda que escuchaba y a una señora con artrosis que corría.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Dos milagros en un solo día fueron suficientes y gracias a mi milagroso control remoto borré a los pastores evangélicos que montaban el espectáculo ante una multitud de unas 10 mil personas. Alcancé a ver un anuncio que decía: "Si crees, verás". San Agustín decía por su parte que "la fe es un camino del conocimiento". Y los muchachos de la autoayuda repiten "creer para ver". Y es verdad. Totalmente cierto. Desgraciadamente la demoníaca ciencia, en este caso la neurobiología, demuestra que el cerebro puede crear realidades a medida y a pedido. Si uno cree fervientemente en ángeles no es imposible que se le aparezca uno. No quiere decir que el ángel exista. Se trata del producto de una imaginación preñada de esos seres alados. Si a la afirmación hecha sumamos la evidente posibilidad de autosugestión que se da en los actos de los evangélicos, los llamados milagros no resultan sorprendentes.

Aprovecho estas líneas para sugerirles rezar, a estos manipuladores de la fe, para que su hermano, el reverendo estadounidense Grant Storms, conocido homofóbico y también llamado "el patriota cristiano", abandone su costumbre de masturbarse en público. Costumbre que en privado no le hubiese costado el ser detenido (no dicen si antes o después de la eyaculación) en Nueva Orleans por estar haciéndolo en una zona de juegos para niños. Confesó que masturbarse en público era para él "una emoción" y que el día de su arresto era el tercero en una semana que lo hacía en el parque.