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Con el agua al cuello

Un economista estadounidense afirmó, con estupendo sentido del humor, que “con la globalización, la guerra contra la pobreza ha terminado…..perdieron los pobres”. Es una afirmación tan cruel como didáctica.

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Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Es la mejor manera de llamar a las cosas por su nombre y dejar de lado los infinitos eufemismos utilizados para ocultar una realidad que debiera avergonzarnos a todos. Lo que no dijo el citado economista es que muchos países –en los cuales sus mayorías son pobres– han parido gobernantes que quieren que se repartan de nuevo las cartas y se reinicie el juego. No admiten que sus respectivas naciones sigan jugando en segunda división y exigen lo que dos o tres décadas atrás era impensable. ¿Da el planeta para tantos? Quizá, gracias a la tecnología, hallemos una respuesta afirmativa. Quizá, debido a lo avanzado de la depredación, la respuesta sea negativa. En esto, como en la vida individual, todas son conjeturas. Solo conjeturas que parece lo máximo que nos está permitido a los humanos. Mientras tanto en las Naciones Unidas se sigue escuchando todas las voces pero solo hacen eco en la realidad aquellas que defienden los intereses de los Estados Unidos, que distan de ser los intereses del conjunto, y el "poderoso" grupo G20 no canaliza ninguna propuesta que pueda perjudicar a sus corporaciones. Sí al progreso, pero con paraísos fiscales, sí al progreso pero con combustibles fósiles y otros sí igualmente mentirosos. ¿Podrán los políticos pensar por sí mismos y dejar de hacerlo en beneficio de las grandes corporaciones? Difícil pero no imposible. Ciertamente ello ocurrirá cuando estemos con el agua hasta el cuello.