Yoga facial: Seis ejercicios para prevenir las arrugas y tener un efecto ‘lifting’ inmediato

El estrés y las tensiones acumuladas a menudo se manifiestan en nuestra piel y expresiones faciales, a veces sin que nos demos cuenta. Integrar el yoga facial en nuestra rutina de cuidado con nuestros productos diarios se presenta como una alternativa natural y efectiva para contrarrestar estos efectos negativos, logrando así un aspecto más relajado y rejuvenecido.

Basado en los principios del yoga tradicional, el yoga facial se enfoca en ejercicios y masajes específicos para los músculos faciales. A través de movimientos suaves y controlados, esta práctica ayuda a liberar la tensión acumulada, mejorar la circulación sanguínea y estimular la producción de colágeno y elastina, dos componentes cruciales para una piel saludable y joven.

Para aquellos que deseen comenzar a explorar los beneficios del yoga facial, especialista en belleza, Fiorella Solari, comparte una guía paso a paso que te ayudará a relajar y rejuvenecer tu rostro.

Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o recostarte. Asegúrate de tener la piel limpia y libre de maquillaje. Comienza con respiraciones profundas y relajantes para calmar tu mente y preparar tu rostro para la práctica.

Realiza suaves estiramientos de cuello y rostro, como abrir y cerrar los ojos lentamente, fruncir el ceño y relajar la mandíbula. Para una experiencia aún más efectiva, considera el uso de cremas faciales con contienen Protinol, que tiene la capacidad única para hacer que la piel luzca hermosa, más saludable y fuerte ya que ayuda a restaurar el colágeno de la piel. Potencia tu rutina de yoga facial con estos productos para una piel rejuvenecida.

Con las yemas de los dedos, masajea suavemente tus mejillas en movimientos circulares ascendentes. Luego, coloca los dedos índices sobre tus cejas y ejerce una suave presión mientras intentas elevarlas. Mantén la posición durante unos segundos y luego relaja.

Emplea movimientos suaves y ascendentes para masajear tu frente, comenzando desde el centro y trabajando hacia las sienes. Esto ayudará a relajar los músculos de la zona, reducir la tensión acumulada y promover una sensación de calma.

Realiza ejercicios de labios, como sonreír exageradamente o expresar la letra ‘o’ exageradamente, y luego relaja los labios en una posición neutral. Repite varias veces para estimular la circulación en la zona de los labios y mejorar la firmeza de los músculos faciales.

Utiliza las yemas de los dedos para aplicar una presión suave sobre los surcos. Comienza desde el centro y avanza hacia afuera en movimientos ascendentes. Esto estimulará la circulación.

Cierra los ojos y respira profundamente durante unos minutos, permitiendo que la sensación de relajación se extienda por todo tu rostro. Aprovecha este momento para desconectar del ajetreo diario y conectar contigo mismo, cultivando una sensación de bienestar integral.