Fanáticos de la justicia y de la ley y el orden

La frecuente transmisión de audiencias judiciales, donde se observa a diferentes actores de la administración de justicia y se aprecia varias aristas de la abogacía, quizás motive a muchos jóvenes a seguir la carrera de Derecho. “Por las películas o series de TV y últimamente por las noticias, hay una percepción del abogado como el profesional que tiene que ir a los tribunales ante un juez, pero hay muchas maneras de ejercer la profesión. Esa es solo una de ellas. Hay abogados que asesoran empresas o congresistas u otras autoridades, o trabajan en el Estado, en procedimientos administrativos o regulatorios, o en notarías, cuando no en firmas legales con diversas especialidades. Son múltiples formas, incluso en investigación jurídica o social, actuando como negociadores de problemas sociales”. Así lo explica Alberto Villanueva, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Privada del Norte.

A su vez, la Dra. Shiutaw Moreno Chu, directora de carrera de la Universidad San Ignacio de Loyola, coincide en “la amplia colocación laboral y dinamismo de la carrera que se ejerce en distintos ámbitos del sector público y el privado. Además, esta es una profesión que responde a las nuevas demandas y las tendencias del país y el mundo”. “Los abogados que formamos deben aportar soluciones innovadoras a los problemas actuales. Mostrar competencia, espíritu emprendedor y una capacidad de influir y aportar en la transformación de la sociedad”, resalta Moreno, enfatizando que eficiencia profesional va de la mano con conducta ética y responsabilidad social.

Hoy día, sostiene Villanueva, no basta con saber Derecho, sino que se tiene que dar ese plus adicional de creatividad y ese espíritu emprendedor entendido como una “voluntad por innovar y la determinación necesaria para hacer justicia”.

Por su parte, Marisol Fernández, profesora de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, expresa que “la enseñanza del Derecho tiene un impacto grande en la sociedad cuando se enseña el ordenamiento jurídico y el diseño institucional del Estado, acompañado de una sólida formación ética. Enseñar Derecho hoy implica formar a abogadas y abogados con una cabal comprensión de los principios y valores que emanan de la Constitución. El Derecho forma en herramientas a las que les debemos dar un uso estratégico para la defensa de los derechos de las personas más vulnerables de la sociedad”.