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Conoce la importancia de la vitamina D
Tener los niveles bajos de vitamina D significa que nuestro cuerpo no está sintetizando o no estamos ingiriendo las cantidades requeridas de dicha vitamina.
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La vitamina D cumple un rol fundamental en el organismo. Su función principal es la de ayudar al cuerpo a poder absorber el calcio, mineral importante para el fortalecimiento y desarrollo de huesos y dientes. Así mismo posee efectos antivirales, antiinflamatorios y mejora las funciones del sistema inmune.
La nutricionista Talía Pinto León, miembro del Consejo Consultor de Herbalife Nutrition comenta cómo obtener esta vitamina y cómo poder aprovecharla.
¿Qué genera la falta de vitamina D en el cuerpo?
Tener los niveles bajos de vitamina D significa que nuestro cuerpo no está sintetizando o no estamos ingiriendo las cantidades requeridas de dicha vitamina. Esta carencia puede generar problemas en la salud como falta de energía, debilidad, dolor muscular, alteraciones óseas como la osteomalacia en adultos (ablandamiento de los huesos). Asimismo, la falta de esta sustancia puede afectar el sistema inmunológico ocasionando que la persona sea propensa a enfermarse más seguido.
Aunque es importante estar conscientes que los niveles de vitamina D deben ser óptimos para que el organismo funcione adecuadamente, también se debe considerar que dicha sustancia en exceso puede generar daños en el organismo. A esto se le conoce como hipervitaminosis D, es decir cuando se tienen cantidades excesivas de esta vitamina generando la acumulación de calcio en la sangre (hipercalcemia), que puede causar náuseas, vómitos, debilidad y micción frecuente. Por ello, es importante que un profesional de la salud realice los exámenes adecuados y en caso sus niveles no sean los correctos, determine el tratamiento acorde a la persona.
¿Cuáles son las fuentes para obtener la vitamina D?
Existen tres principales fuentes para obtener esta vitamina:
Exposición al sol: La vitamina D es la única que el ser humano puede sintetizar por si solo mediante la piel. Gracias a la exposición moderada al sol de entre 10 a 15 minutos, dos o tres veces por semana. Sin embargo, aunque la exposición a la piel sea la principal forma de obtenerla, hay factores como el clima, los meses de inviernos, la polución, etc. Podrían impedir su asimilación. Por ello, hay que aprovechar los días de sol. La alimentación: Es decir ingerir alimentos que sean ricas en esta vitamina como la yema de huevo, los mariscos, los lácteos, el pescado, el aceite de hígado de bacalao y los champiñones. Solo se debe tener en cuenta que, al tratarse de un tipo de vitamina liposoluble, esta se moviliza a través de un medio graso como por ejemplo aceite de oliva, por ello es importante que cuando consumamos este tipo de alimentos se considere añadir alguna fuente de grasa natural como la palta, nueces, aceitunas, etc. para que ésta se pueda absorber de mejor forma.La suplementación: Tomar un multivitamínico puede ser de gran ayuda para las personas que tienen deficiencia de esta vitamina, sin embargo, para llegar a este punto es recomendable realizarse una revisión médica y así el profesional de la salud pueda identificar la causa de los valores bajos y tratarla. El determinará la cantidad necesaria y el tiempo que deba tomarla.
Recuerde que la clave para todo es el balance. Aliméntese variado y saludable, para que pueda obtener todos los nutrientes que su cuerpo necesite, además combínelo con actividad física e hidrátese durante todo el día.
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