Un león y una leona que vivían enfermos y maltratados se salvan de morir tras enamorarse

¿Qué sucedió? Pues debemos remontarnos hace 11 años, cuando un sujeto vil en los Estados Unidos, no encontró manera más ruin para hacer dinero que tener enjaulados a una leona y un león para que las personas se sacaran fotos con estos felinos ya sea por sus cumpleaños, matrimonios u otras celebraciones.

Ambos mamíferos fueron rescatados por el Departamento de Agricultura y Ganadería de los Estados Unidos (USDA), siendo encontrados en pésimas condiciones; por ejemplo, Kahn tenía la punta de la cola mordida, hecha por el mismo a causa del aburrimiento, el stress producto de estar encerrado en una pequeña jaula.

El personal que liberó a Kahn de aquellas terribles condiciones de vida relata que estaba flaco, al punto que los huesos parecían pegados a su piel, los cuales se encontraban muy deteriorados.

Por su parte, Sheila, una leona blanca (muy raro en su especie), se encontraba en la jaula del costado, fue hallada en condiciones mucho más preocupantes, pues su estado se acercaba a la muerte dado que no podía caminar, además de sufrir de toxoplasmosis.

Al ver la situación crítica en la que vivían, los miembros de la USDA trasladaron a los leones al Sync Exotics Wildfire Rescue ed Edutational Center en Texas, un albergue donde se salvan a los animales que se encuentran en situación de peligro.

Una de los rescatistas reveló datos sobre el rescate: “Los dos habían sido muy maltratados. El hombre que los tenía en cautiverio les daba de comer sólo para las sesiones fotográficas y luego se olvidaba de ellos durante días. Cuando ambos llegaron se nos dijo que Sheila debía recibir eutanasia pues no tenía cura”.

Pero agregó: “Les pedí un tiempo. Siempre confío en el corazón de los animales. Tienen una fuerza extra en los momentos límite que los hace superar todo. Incluso la muerte cercana”.

Sheila no se movió en los primeros 4 días, tiempo en el que se centraron en curarle la toxoplasmosis. Al quinto día ingirió alimentos.

Por otro lado, Kahn, que estaba en otro recinto, mostraba mejora, pero su semblante era triste a pesar de responder positivamente a los tratamientos; por lo que optaron por una medida un tanto arriesgada.

Con el temor que uno de los animales reaccionara mal, optaron por juntarlos en la misma jaula, pasó poco tiempo para notar que aquellos dos animales que antes compartían el sufrimiento ahora parecían sentirse cómodos al lado del otro.

Esto emocionó a los rescatistas y médicos del Centro, quienes no dudaron en afirmar: “Hubo feeling increíble cuando se vieron. Son inseparables desde entonces. No comen, duermen ni juegan uno sin el otro. Encontraron sentido a su vida”.

“Ella es más inquieta y él es más tranquilo. No pueden estar uno sin el otro, pero como en todo matrimonio hay pequeñas peleas, y nos reímos porque siempre uno de los dos se sale con la suya. Es Sheila. Él está tan enamorado que siempre se rinde. Pero ella no podría ir a la esquina sin Kahn. Ahora son leones felices”, sentenció la directora del Centro, Vicky.