César Azabache sobre defensa de la Sunedu: “Queremos que el TC se enmiende a sí mismo”

En diciembre del año pasado, 33 congresistas, 30 de los cuales habían aprobado una ley para desarmar el proceso de reforma, le pidieron un pronunciamiento al Tribunal Constitucional y este declaró que comparada literalmente con la Constitución no había incompatibilidad. Esta vez, 9 mil 853 ciudadanos presentan una demanda al TC para que vuelva a revisar esta cuestión, pero no comparando el texto literal de la ley del Congreso (la ley que modifica la estructura del consejo de la Sunedu) con el texto literal de la Constitución, sino leyéndola en perspectiva a la sentencia de julio del 2010 que emitió el TC.

La sentencia de julio del 2010, que sigue vigente en todo su contenido, declara que la supervisión de la educación superior debe estar a cargo de una entidad imparcial cuya conformación no admita incidencia alguna de las universidades que deben ser controladas. Dice la sentencia que los miembros de esa entidad, que ahora se llama Sunedu, deben ser independientes, imparciales desvinculados de autoridades universitarias y elegidos por méritos. Si la ley del Congreso se sostiene y pasa por alto la sentencia del TC del 2010, lo que va a ocurrir es que el fundamento de la reforma se caerá. Si el Tribunal decidiera no admitir esta discusión porque le basta con lo que dijo en diciembre último, lo que vendrá serán nuevas demandas por varias vías para que se respete la sentencia del 2010.

Esperamos que el Tribunal pueda ver la causa tan rápido como atendió la demanda de 33 congresistas. Imagino que esto debería tomar un mes. Cada acto que modifique la conformación del consejo de la Sunedu o que se convierta en un obstáculo para mantener las políticas de reforma que se establecieron en julio del 2010, será demandable por separado. Entiendo que la designación sin concurso de 4 de 7 integrantes del consejo va a ser también discutida en los tribunales. El primer objetivo es que el TC se enmiende asimismo.