/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Vale todo

“La política es el juego de intereses que se entrecruzan, pero hasta cierto límite. Lo que acabamos de conocer es infame, inmundo, inmoral”.

Imagen
Kenji Fujimori
Fecha Actualización
Martes 20 de marzo, 4 p.m. Al igual que la primera vacancia fallida al presidente de la República, este segundo intento que se dilucidará el jueves próximo está plagado de compra y venta de votos de congresistas. La pasada fue como un tsunami para Fuerza Popular, quebrándose el partido que tenía el control del Congreso.
En esta ocasión ya no está en juego el indulto a Alberto Fujimori, sino las esperadas obras para la región de cada parlamentario. Algunos sostienen que esto viene acompañado de un jugoso aguinaldo, cosa que si bien se rumorea, no se ha probado aún. Pero lo que fue un factor sorpresa en la vacancia inicial puede resultar grotesco para el momento actual.
Lo sorprendente de esta inmoral realidad es que todos los integrantes del Congreso saben qué pasa y cómo se realiza este mercado persa de votos. Y aunque nos retrotrae a épocas aciagas, cuando se filmó la entrega de dólares en cerros, no parece haber manera de detenerlo. Nos alejamos de la política sana e ingresamos a la compra y venta.
El Perú se ha vuelto psicotrópico, resulta que el monstruo de las siete cabezas, el gran dictador de la historia del Perú, es ahora el salvador, el hincha más devoto del gobierno de PPK. Alberto Fujimori es la mano que mece la cuna. El ex presidente calificado de ladrón y violador de los Derechos Humanos, cuyo gobierno antidemocrático masacró a las instituciones nacionales, es ahora el que sostiene la democracia, ‘plof y replof’.
Martes 20 de marzo, 6 p.m. La política es el juego de intereses que se entrecruzan, pero hasta cierto límite. Lo que acabamos de conocer es infame, inmundo, inmoral. La compra de conciencias y votos para que la vacancia presidencial no prospere. El operador es Kenji Fujimori, quien dijo sentirse asqueado por las declaraciones de Jorge Barata. Muy probablemente su padre lo asesora. Así lo dice en un vídeo el congresista Bocángel: ves a Fujimori, luego a PPK, este te contacta con el ministro que quieras, con Meche. Un asco.
Las esperadas declaraciones de Jorge Barata, el corrupto hombre de negocios brasileño, sirvieron para atacar y desacreditar al fujimorismo keikista, mientras el padre de la lideresa de Fuerza Popular se prepara para hacer política electoral. Su hijo ya compró el kit en el JNE y el movimiento que encabezará se llamará Cambio 21, emulando el nombre del partido que le dio el triunfo a Alberto Fujimori: Cambio 90.
Vimos los ‘vladivideos’ y la mugre nacional en los 90 y ahora nos repetimos nuevamente. Y todavía algunos quieren discutir qué cosa es incapacidad moral para gobernar. Tendremos cualquier caso, tendremos muchas noches de cuchillos largos. Ergo: inestabilidad y miseria, siempre para los más pobres.