¿Usted quiere que se laven la cara?

El excontralor Edgar Alarcón busca lavarse la cara y, para eso, quiere ser congresista. No es la sola opinión de este columnista, es su propia declaración ayer en RPP. “Lo que estoy buscando es lavarme la cara, recuperar el honor perdido en todo este tiempo”. Alarcón salió muy mal parado de la Contraloría. Hoy enfrenta una denuncia constitucional por su posible participación en el caso Los Temerarios del Crimen. Alarcón podrá llegar al Congreso si usted vota por él. Son las reglas de la democracia; pero una regla adicional bien podría ser que el elector, usted, elija con conocimiento de causa. El sabor amargo que deja la mayoría de integrantes del Congreso disuelto es que se eligieron por voto popular, quizá el de usted.

Nadie dijo que sería ni que será fácil. Luego de la disolución, y con la convocatoria a elecciones recién publicada, la proyección del nuevo Congreso era contar con rostros nuevos que le den un aire renovado. La deslegitimación de los elegidos en 2016 conducía a esa premisa ineludible. Pero hoy aquellos que calificaron este interregno como ilegal y dictatorial se postulan sin reparo alguno. Al hacerlo, y lo saben, su sola nominación como candidatos confirma el tránsito democrático que la propia Constitución ofrece con la disolución. Es decir, con su participación aceptan que lo hecho por Vizcarra el 30 de setiembre se ajustó a los parámetros señalados en la Carta Magna.

Será mañana que el JNE confirme si pueden hacerlo. Lo conveniente para la salud de nuestra democracia es que se les permita participar. Porque así podremos usar esa necesaria regla adicional que reposa sobre los hombros de cada elector, como usted, que sabrá elegir con conocimiento de causa y, principalmente, de efecto. Porque no es solo Alarcón el que busca lavarse la cara.