/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

El tema de hoy: Se ríen de la sociedad

“Es consecuencia de una negligencia de parte de nuestras autoridades judiciales que, por su lentitud, les dejaron abierta la puerta para que salgan de la cárcel”.

Imagen
(USI)
Fecha Actualización
En una polémica decisión, el Colegiado A de la Sala Penal Nacional dictó arresto domiciliario para los cabecillas terroristas Osmán Morote y Margot Liendo, quienes ahora gozarán de libertad en sus casas hasta que culminen los juicios que se les siguen por el atentado de la calle Tarata, Perseo y Soras. Este desenlace, hay que decirlo, es consecuencia de una negligencia de parte de nuestras autoridades judiciales que, por su lentitud, les dejaron abierta la puerta para que salgan de la cárcel.
Morote y Liendo cumplieron sus respectivas condenas de 25 años de prisión, por traición a la patria, en junio de 2013. No obstante, el Ministerio Público les abrió nuevas indagaciones en los casos Soras (masacre a pasajeros de un bus en 1984), Perseo (por afiliación a la organización prosenderista Movadef) y Tarata.
En el segundo proceso (Perseo), que se inició en 2014, el Poder Judicial les llegó a dictar 36 meses de prisión preventiva, a pedido de la Fiscalía, mientras se esclarecía su vinculación con el Movadef, el brazo político de SL. Recién en diciembre de 2017, el fiscal Luis Landa presentó la acusación contra estos delincuentes por terrorismo y, desde ese instante, la celeridad nuevamente brilló por su ausencia en el despacho de los jueces, quienes tuvieron en sus manos el caso durante cuatro meses y no pudieron dictar condena. Cuando era ministro del Interior, e incluso luego de renunciar, Carlos Basombrío reclamaba al Ministerio Público por el tiempo que le tomaba a la Fiscalía acusar a los terroristas. El tiempo pasó y el reclamo de Basombrío ahora retumba. Teniendo en cuenta esto, no se puede culpar solo al PJ del desenlace, ya que los fiscales también olvidaron acelerar el paso. Es una responsabilidad compartida.
En el caso del atentado de Tarata, que dejó 25 muertos, también se venció la prisión preventiva para ambos terroristas y la sala ya no tuvo más remedio que dictarles arresto domiciliario.
El presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, lejos de cuestionar la lentitud con la que actuaron sus magistrados, dijo que “lo único que cabe” es que los terroristas recuperen su libertad.
Por ello, son entendibles las críticas del procurador Milko Ruiz, quien ha calificado de “deplorable” la decisión de los jueces. “Los terroristas se ríen de la sociedad”, señala al tiempo de advertir que la sala pudo extender a 48 meses la prisión preventiva para los casos que aún siguen giro.