/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Servicio militar: obligatoriamente voluntario

La Defensoría del Pueblo ha cuestionado y solicitado al Congreso que modifique, con justa razón, los artículos del Decreto Legislativo 1146 que quiebran el carácter voluntario del servicio militar.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Santiago Pedraglio,Opina.21spedraglio@peru21.com

Estos son el 23, que restringe la identificación por el Reniec, y el 50, que autoriza, como señala la Defensoría, "un sorteo para cubrir las vacantes de personal de tropa de las Fuerzas Armadas".

El argumento de que no se cubren las vacantes debe llevar a los institutos castrenses y al Ministerio de Defensa a analizar por qué los jóvenes peruanos se resisten a inscribirse.

No es un asunto tan difícil de conocer, y la salida, ciertamente, no es volver a convertir el servicio militar en obligatorio, sino corregir las causas que dificultan su naturaleza voluntaria.

El carácter discriminatorio del decreto reside en que se volverán a aplicar los sorteos y se exonerará a los que paguen una multa; pero en el origen de la discriminación está la anulación del carácter voluntario.

Queda claro: es imprescindible que se instalen verdaderos incentivos para que los jóvenes quieran ir al servicio militar.

Esto significa mejorar la remuneración (que debe equivaler por lo menos a un salario mínimo), garantizar la vestimenta y los útiles de aseo, proporcionar una adecuada atención de salud, así como alimentos apropiados, y dar facilidades para estudiar y capacitarse técnicamente, con una certificación del Ministerio de Educación.

Otro punto imprescindible es garantizar un trato personal digno y respetuoso. El soldado, aunque esté regido por una disciplina castrense, no pierde su carácter ciudadano.

El servicio militar no es –no debe ser– un reformatorio, como algunos lo quieren ver; tampoco un lugar para "disciplinar" maltratando física o psicológicamente a los jóvenes.

Parte de todo este asunto, finalmente, es no olvidar que las Fuerzas Armadas en nuestro país tienen un gran reto que no es nuevo: su profesionalización.