/getHTML/media/1229522
Se realiza la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Sainete de gabinete

Imagen
Sainete de gabinete.
Fecha Actualización
Seis meses y el maestro no aprende y continúa su errático ejercicio del poder, negándose a corregir el rumbo de su gobierno, pese a que la realidad le demuestra una y otra vez lo equivocados de sus proyectos y decisiones.
Pedro Castillo se resiste a entender que no se puede dirigir los destinos de un país solo con discursos ideológicos con los que promete el oro y el moro a “su pueblo”, sin siquiera atinar hasta ahora –para empezar– a elegir bien a los cuadros técnicos que concretarán esa “gran transformación” de la que tanto le gusta perorar en plazas públicas.
Además de una interminable serie de cuestionables designaciones para importantes cargos en el aparato del Estado, los personajes que escogió como jefes de gabinete demostraron ser simplemente caóticos (Guido Bellido) o sumisos (Mirtha Vásquez), amén por supuesto de los desastrosos elencos ministeriales que no se cansa de conformar.
Con el nuevo premier, sin embargo, ha batido un récord en su ya conocida versatilidad para el error. Encargarle la Presidencia del Consejo de Ministros a un sujeto de la calaña de Héctor Valer –quien llegó al Parlamento en la lista de Renovación Popular, pero que ha pasado por un sinfín de tiendas políticas– constituye una afrenta para todos los peruanos.
No solo por sus groseros tuits y las aberrantes publicaciones realizadas en su página de Facebook, sino por el escandaloso prontuario policial que arrastra –palizas brutales a su esposa e hija, entre otros actos de violencia– que él se ha esforzado en calificar de “patrañas”, sin por supuesto convencer a nadie.
Es decir, el país tiene ahora a un abusivo, a un agresor de mujeres, como primer ministro. Una designación que representa un desprecio por los valores ya no solo democráticos, sino de una convivencia civilizada. ¿Es eso lo que el presidente de la República pretende para el Perú? ¿Son esas las condiciones que debe reunir un premier? ¿Es ese el ejemplo que busca dar a los niños y “a su pueblo”?
Como dijo el periodista Fernando del Rincón, quien le hizo una entrevista para CNN que ya dio la vuelta al mundo, sumándose a las críticas generalizadas ante el nuevo equipo ministerial: “Señor Castillo, si este es el aprendizaje, por favor, deje de aprender”.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD