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[Opinión] Ariel Segal: Mandela, Tutu y de Klerk

“Desmond Tutu, pudo, en su cargo de clérigo anglicano reconocido en vastos barrios pobres de su país, convertirse en una de las más prominentes voces exigiendo una nación multirracial y multiétnica”.

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[Opinión] Ariel Segal: Mandela, Tutu y de Klerk. (Photo by Jennifer BRUCE / AFP)
Fecha Actualización
Cuando la gente informada sabía quién era Nelson Mandela, desde la década de 1960, por su liderazgo en la lucha contra el apartheid, el sistema oficializado de discriminación racial en Sudáfrica, casi nadie sabía quién era el arzobispo Desmond Tutu hasta que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1984 por su lucha contra el racismo por medio de la desobediencia civil.
En un país donde los sucesivos gobiernos blancos habían asesinado o encarcelado a los principales referentes del Congreso Nacional Africano (CNA), la principal organización de resistencia contra el racismo, Desmond Tutu, pudo, en su cargo de clérigo anglicano reconocido en vastos barrios pobres de su país, convertirse en una de las más prominentes voces exigiendo una nación multirracial y multiétnica. Tutu fue mediador en las conversaciones entre el expresidente Frederik de Klerk y Mandela que condujeron a su liberación junto a otros prisioneros políticos en el año 2000, a la legalización del CNA, a las negociaciones que pusieron fin al apartheid y a las elecciones que hicieron de Mandela presidente de Sudáfrica en 1994.
Desmond Tutu encabezó la Comisión para la Verdad y Reconciliación de Sudáfrica que fue manejada con mucha madurez ya que se negoció reducción de penas o amnistía a los culpables de torturas y crímenes si admitían su culpabilidad frente a familiares de las víctimas en ayuntamientos organizados con ese fin, pidiendo perdón mirándolos a los ojos. Sin el liderazgo de Mandela, de Klerk y de Desmond Tutu, este método no habría funcionado. Hombre comprometido con la comunidad LGTB de su país, crítico de los sucesivos gobiernos corruptos y cada vez más autoritarios del CNA post-Mandela, voz en el clamor por medidas contra el calentamiento global, Desmond Tutu falleció hace días pero no olvidemos que también Frederik de Klerk recién murió en noviembre. Se fue una generación de sudafricanos irreemplazables.
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