/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Qué verde era mi bosque

Imagen
Qué verde era mi bosque. (Foto: AFP / Video: NASA)
Fecha Actualización
Las imágenes de la Amazonía brasileña en llamas que están dado la vuelta al mundo y sobre todo las fotografías de la NASA no deberían dejar indiferente a nadie en el Perú, por muy frías y lejanas que (todavía) parezcan. En nuestro país tenemos también razones para alarmarnos. No necesariamente porque ese fuego vaya a cruzar la frontera, sino porque tenemos nuestros propios incendios que apagar.
La Amazonía peruana alcanzó en 2018 un récord sin precedentes de deforestación: 9,000 hectáreas perdidas de bosque, repartidas en las regiones de Loreto, Ucayali, San Martín y Madre de Dios. Si bien la agricultura migratoria y la pequeña ganadería tienen importante incidencia en estas cifras, la tala indiscriminada y la minería ilegal se vienen extendiendo peligrosamente, llegando a amenazar incluso a santuarios ecológicos como el de Tambopata, víctima de una contaminación galopante por el mercurio que usan los buscadores de oro.
Y tanto como la minería ilegal, el narcotráfico también incide en la deforestación. La producción de cocaína también destruye bosques y tierras dejándolas estériles, como se ha visto en las selvas colombianas y bolivianas.
En el bioma amazónico hay más de 30,000 especies de plantas vasculares, incluyendo hasta 10 mil especies de árboles, de los que 2 mil fueron clasificados como alimentos, medicinas y para otros fines; unos 2.5 millones de especies de insectos, 2,500 especies de peces, más de 1,500 especies de aves, 550 especies de reptiles y 500 especies de mamíferos, según la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). ¿Qué estamos haciendo para proteger esa área fundamental del planeta? El desastre evidencia que falta una real política panamazónica que se refleje en acciones efectivas de control y vigilancia de los Estados. Esta no puede dejarse en manos de voluntarios y ONG.
La iniciativa del presidente Martín Vizcarra y su homólogo colombiano, Iván Duque, sobre la urgente necesidad de coordinar acciones regionales para la protección de la Amazonía y consolidar políticas de aprovechamiento sostenible, es un paso adelante, al que mandatarios de otros países deberían responder en el más corto plazo.
TAGS RELACIONADOS