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[Opinión] Hernán Díaz: “Educación o educación, no hay más”

“Porque si en algo sí estamos de acuerdo es en que la educación es un negocio, uno muy rentable; financia partidos políticos, partidos que luego gobiernan y que, sin el más mínimo reparo, legislan en su propio favor”.

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[Opinión] Hernán Díaz: “Educación o educación, no hay más”. (Foto: jorge.cerdan/@photo.gec)
Fecha Actualización
A veces me pregunto qué tan difícil es que todos, o por lo menos gran parte de nosotros, nos pongamos de acuerdo en la necesidad de levantar el nivel de la educación peruana.
¿Qué tanto nos vamos a permitir polemizar sobre el tema?, ¿qué tan permisivos seremos con la ideologización de la educación? ¿Qué tan dispuestos realmente estamos a combatir la mercantilización que ha sufrido la educación, sobre todo la superior, en los últimos años?
Porque si en algo sí estamos de acuerdo es en que la educación es un negocio, uno muy rentable; financia partidos políticos, partidos que luego gobiernan y que, sin el más mínimo reparo, legislan en su propio favor.
En Perú hay talento, y mucho. Hay niños y niñas que, cuando el azar o el enorme esfuerzo de sus padres lo permiten, brillan en competencias y concursos internacionales, y, salvo la respectiva foto con el congresista oportunista, ningún rédito les genera. El año escolar empezó y es inevitable escuchar que hay decenas de colegios públicos cuya infraestructura sigue en ruinas y, mientras tanto, esos niños y niñas siguen esperando que nosotros nos pongamos de acuerdo para poder continuar con la construcción de su futuro.
Este país les sigue fallando. Nosotros les seguimos fallando. Otra cosa sobre lo que también estoy seguro es que, en las prioridades de quienes hoy dirigen los destinos del país, la educación no está en los primeros lugares.
Quizá porque no se alinea a sus intereses personales, quizá porque, pese a décadas de evidencias, no llegan a entender que el escalón número uno sobre el cual se construye una nación es únicamente la educación.
Sin educación no hay producción, no hay economía, no hay política, no hay deporte, no hay ciencia, no hay tecnología, no hay futuro, y este país demanda uno urgente, un futuro que dé esperanza y pan.