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[Opinión] Mauricio Aguirre: El pacto inevitable

“Es hora de entender, gobierno y oposición, que llegó el momento de hacer política real”.

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[Opinión] Mauricio Aguirre: El pacto inevitable. (Foto: Presidencia)
Fecha Actualización
El presidente Pedro Castillo decidió utilizar la carta que tenía bajo la manga, quizá la última, y ahora la OEA vendrá a husmear en el no tan buen olor que en estos tiempos emana de la actuación de nuestras autoridades políticas.
Castillo y su gente tienen como objetivo detener las investigaciones de corrupción en su contra, pero especialistas ya han dicho que es muy difícil que la delegación de la OEA meta sus narices en temas fiscales y judiciales, y que más bien enfocará su tarea en la complicada situación política que nos agobia.
Es verdad que uno de los principales insumos de la crisis política son las investigaciones por corrupción, pero por experiencias anteriores ante situaciones como esta, lo más probable es que la OEA termine recomendando un amplio diálogo político, algo que muchos no están dispuestos a llevar adelante.
Va a ser bien difícil ver sentados en una misma mesa al gobierno y la oposición. Pero ya se debe asumir que la salida al entrampamiento que vivimos hoy no pasa por victimizarse a los gritos en las plazas ni por convertir al Congreso en un frente de batalla con tropa incluida.
Es hora de entender, gobierno y oposición, que llegó el momento de hacer política real. Las encuestas muestran que una gran mayoría quiere que Castillo se vaya, pero la realidad nos dice que no es una urgencia en las calles. Existen mecanismos legales para su salida, pero la realidad también nos dice que hoy son inaplicables por falta de votos en el Congreso, y va a ser muy difícil cambiar eso.
Así las cosas, y con la llegada de la OEA, un pacto político parece inevitable para que el pueblo no siga siendo la última rueda del coche. El único acuerdo no negociable debe ser que las investigaciones por corrupción no se detengan, incluida la del presidente Castillo, más allá de que si va a poder finalmente ser acusado o no durante su mandato.