[OPINIÓN] Richard Arce: “¿Así queríamos llegar a la OCDE?”

En el Congreso siguen viviendo en una realidad paralela y están abocados a sus intereses subrepticios, sin importarles los cuestionamientos ni los impactos que van a causar en nuestra economía y hasta el ridículo internacional que hacen. Por ejemplo, cuando critican nuestra adhesión a organismos multilaterales con las mociones que se han presentado. Quieren llevar al Perú a ser un paria internacional.

No se dan cuenta de la crisis que estamos viviendo y que la única forma de salir es garantizando la estabilidad social y política del país, para que se den las condiciones que fomenten las inversiones.

Los antiderechos del Congreso quieren que renunciemos al Sistema Interamericano de los Derechos Humanos, denunciando a la Corte de San José y la CIDH; hay otra iniciativa para renunciar a la OEA e inclusive ahora cuestionan la exhortación que han hecho las Naciones Unidas ante la pretensión de remover arbitrariamente a los miembros de la Junta Nacional de Justicia.

Por esta gente el Perú podría estar al nivel de las dictaduras de Nicaragua, Venezuela y Cuba, que justamente plantean estas propuestas hilarantes, mostrando su talante autoritario y con serias denuncias por violaciones a los derechos humanos.

Así que tenemos que estar muy atentos al ridículo internacional que va a hacer el Congreso estos días, con cada discurso destemplado o, peor, con alguna moción descabellada para cuestionar estos tratados internacionales. No les importa el prestigio y reconocimiento mundial que tiene el Perú con una gran tradición por ser mentor de la paz y promotor de estos espacios multilaterales.

Ahora todo quieren tirarlo a la borda y, al parecer, con la complacencia del Gobierno, que ayer inclusive ha osado desde Cancillería emitir un comunicado cuestionando al coordinador residente del sistema de las Naciones Unidas, en vez de enmendar la plana del Congreso por la ignominia de querer intervenir en los organismos constitucionalmente autónomos, como la JNJ.

Si la presidenta Boluarte no quiere darse cuenta de la ignominia del Congreso y su pretensión de tumbarse la institucionalidad del país, estas necedades pueden llevarle a perder la legitimidad de su gobierno y ya saben dónde terminan estos despropósitos.