[Opinión] Richard Arce: Algunas lecciones aprendidas para la gestión de los conflictos sociales

Algunas lecciones en estos primeros cinco meses de gobierno sobre la gestión de los conflictos sociales relacionados a los proyectos extractivos, a la espera de que sean lecciones aprendidas para el gobierno, pero, al final, para todos los peruanos, en vista del potencial minero y la relación con los pueblos originarios que habitan la zona de influencia.

Toda la estrategia tiene que ser preventiva; por tanto, es clave la articulación entre todos los estamentos del Estado y la Defensoría del Pueblo, que reporta el estado situacional de los conflictos sociales, para alertar en la etapa de gestación del conflicto y así atender inmediatamente las demandas sociales con la presencia real y efectiva del gobierno. Así se evita que escale la conflictividad.

Es tiempo de que se reestructure el Viceministerio de Gobernanza, adscrito a la PCM, en especial la Secretaría de Gestión social y Diálogo, que inclusive en su estructura tiene una Subsecretaría de Diálogo; en principio que estos cargos se designen a especialistas y que cambien de una vez el protocolo, que replican negligentemente para la atención de cualquier conflicto.

Los gestores de los conflictos sociales tienen que contextualizarse como una condición sine qua non, para tener mapeados a los diferentes actores y sobre todo para conocer sus intereses y expectativas; si no, es el preludio del fracaso.

Cuando se va a realizar una mesa de diálogo, es determinante que el equipo de avanzada del gobierno haga un testeo del ambiente, del espacio social y sobre todo que haga avances sobre acuerdos previos, que sería imposible de alcanzarlos con la presión de la multitud que se congrega y la responsabilidad que tienen los dirigentes sociales, para lograr la atención del pliego petitorio de sus demandas.

Una más de anécdota: siempre lleven una impresora, de esas portátiles, como las que usan los fotógrafos, porque inmediatamente se toma el acuerdo, el documento tiene que estar impreso, para el refrendo con las firmas del acta de la reunión. Esos minutos de espera tensa, hasta que impriman el documento, determinan el futuro; si no, pregunten qué pasó en Conga.