[Opinión] Mariana Rodríguez: 130 razones para la esperanza en educación rural

Para Gaby, quien vive en Santa María de Nieva, capital del distrito de Nieva, provincia de Condorcanqui, región Amazonas, ir al colegio significa dedicar, solo en ir y volver, 4 horas. Casi un día de clase para llegar a clase. Durante la pandemia, mientras para unos la educación estuvo a un click, para otros no estuvo. Este fue el caso de Gaby.

La historia de Gaby es la de más de 2 millones; 1 de cada 4 estudiantes asiste a alguna de las 62 mil escuelas rurales del Perú. En el mundo rural, casi la mitad de los niños y niñas de 6 a 35 meses de edad tienen anemia, 1 de cada 6 estudiantes de nivel primaria logran aprendizajes satisfactorios en lectura, el 20% de los estudiantes de quinto grado de secundaria presenta atraso escolar y 1 de cada 5 mujeres son analfabetas. Esta es una brecha educativa histórica y profunda.

En Ruralia, la primera aceleradora de la educación rural en el Perú, nos propusimos mirar esta realidad desalentadora y llena de carencias, con otros ojos, como un lugar lleno de oportunidades para nuestra educación y nuestro país.

No nos equivocamos. La demostración de que puede ser así ha sido el Reto Ruralia 2022. Aplicaron 130 iniciativas de la sociedad civil, financiadas por el sector privado, que están transformando la educación rural en todas las regiones del país. Abordan temas como educación socioemocional, desarrollo de habilidades blandas, recuperación de aprendizajes, prevención de deserción escolar, educación vinculada a las TIC, educación ambiental, tecnología agropecuaria o desarrollo docente, entre otros.

El número de postulaciones superó todas nuestras expectativas. Nos motiva a seguir trabajando, desde el sector privado y de manera articulada, para fortalecer el ecosistema de la educación rural en el Perú.

Desde hace años vemos cómo se ha politizado la educación. Se habla mucho, pero se termina haciendo muy poco y muy lento. El sector privado tiene la capacidad de actuar. Hoy vemos 130 razones para la esperanza en educación rural y que nos recuerdan nuestra responsabilidad con el desarrollo de un Perú más inclusivo, próspero y sostenible.

(*) Miembro del comité directivo de Ruralia y de Es Hoy