/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229170
Percy Medina por nueva Mesa Directiva: "Tenemos que estar vigilantes"
/getHTML/media/1229169
Carlos Basombrío: "La lista que salga será más de lo mismo"
/getHTML/media/1228869
Iván Arenas: "Hay riesgos si APP asume Mesa Directiva"
PUBLICIDAD

[OPINIÓN] José Luis Gil: “Sin letras rojas”

Si el Gobierno puede capear este temporal se anotará un triunfo contra la insania de los radicales y sus adláteres los progres.

Imagen
El principal requisito para postular a la Carrera Pública Magisterial sea que el maestro no pertenezca a agrupaciones con ideologías contrarias a la Constitución, señala el columnista. (Foto: Fenatep)
Fecha Actualización
El Gobierno aprobó la modificación a la Ley de Reforma Magisterial que busca que el principal requisito para postular a la Carrera Pública Magisterial sea que el maestro no pertenezca a agrupaciones con ideologías contrarias a la Constitución. Esta medida evidencia la voluntad y la decisión política de avanzar en acciones concretas contra quienes pretenden apoderarse de la educación de nuestros hijos.
En la década del 80 el país vivió la insania terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA que se expresaba en crueles asesinatos de representantes del Estado, dirigentes populares y personas inocentes. También utilizaron estrategia perversa para trastocar la educación de los jóvenes estudiantes a favor de sus intereses ideológicos y políticos del socialismo y el comunismo. Muchos no olvidamos las aulas llenas de pintas terroristas llamando a la “guerra popular”; esos tiempos de las letras rojas en las paredes de las aulas no deben volver jamás.
Lamentablemente, esta norma tendrá dos problemas centrales: primero, se requiere un reglamento que exprese con claridad meridiana cada una de las circunstancias de cómo un docente debe cumplir con la currícula educativa sobre el enfoque de los valores cívicos, el respeto de la Constitución y de los derechos fundamentales de las personas, y más aún, la forma cómo desarrollarían la crítica a las ideologías violentistas.
El segundo problema, es que el Gobierno debe estar preparado para resistir una compleja estrategia tanto de la izquierda radical como de los progresistas, quienes “moverán” las calles para atizar la protesta social, y utilizarán todo su “poder” para traerse abajo la norma. No olvidemos que la progresía cuenta con poderosos aliados en el sistema educativo (universidades), el sistema político (ministerios, Gobierno, Congreso, instituciones públicas), en el sistema judicial (fiscalías, juzgados, procuradores), en el sistema interamericano de derechos humanos (CIDH, OEA, ONU) y en el campo mediático (canales de TV o redes sociales). Solo queda “combatir y resistir”, como dicen ellos.
Si el Gobierno puede capear este temporal se anotará un triunfo contra la insania de los radicales y sus adláteres los progres, y garantizará una educación basada en el pensamiento crítico y no en el pensamiento único que es lo que pretenden estas corrientes ideológicas.
También es necesario llamar la atención de los padres de familia y de los verdaderos profesionales y educadores de todo el sistema educativo, para lograr un mayor nivel de compromiso en la protección del contenido que las aulas les brindan a sus hijos y no dejar que nadie no especializado marque la pauta en la educación de los peruanos. Separados no podremos nada, juntos lo lograremos. ¡Sí se puede!