[Opinión] Camila Bozzo: A la espera de señales

- Las críticas contundentes y generalizadas hacia las deplorables y delirantes declaraciones de Héctor Béjar terminaron por precipitar forzosamente su salida de Torre Tagle. Hasta el lunes en la tarde Béjar se aferraba al cargo bajo el aparente auspicio del presidente, no es coincidencia que el mismo lunes se difundiera un vergonzoso comunicado de Cancillería en el que se alegaba que las declaraciones del ex canciller habían sido manipuladas y sacadas de contexto. Una afrenta para la Marina de Guerra, que luchó para librarnos de las sanguinarias garras terroristas, y para la memoria de todos los peruanos.

- ¿A pesar de que la salida de Béjar se vio forzada por la presión pública, un cambio en Cancillería podría implicar una moderación de Castillo? Dado el hermetismo del presidente, es muy prematuro anticiparnos, solo queda esperar a ver a quién nombra en Cancillería y cómo recompone el gabinete (ya Bellido publicó un lacónico twit en el que anunció que se vienen “cambios para la marcha del país”). Una clara señal de moderación y de disposición al diálogo y al consenso sería apartar al mismo Bellido, investigado por apología al terrorismo, del premiarato (eso implicaría alejarse de Cerrón). Si persiste en retener a Bellido y a las figuras más problemáticas de este gabinete las señales de que seguirá en la ruta del choque serán claras y será el anticipo de una confrontación con el Legislativo.

- Preocupa el silencio del presidente ante la magnitud de la crisis política en la que estamos sumergidos, es un indicador de su falta de liderazgo, impericia política y una confirmación de que el puesto le queda tremendamente grande. Según una reciente encuesta de Ipsos-El Comercio, el 78% de peruanos cree que la relación de Castillo con la prensa es inadecuada y el 74% cree que el presidente debe dar conferencias periódicas a la prensa, así como mensajes y declaraciones públicas. Castillo debe hacer un esfuerzo por enmendar y ponerle fin a la opacidad en la que gobierna.