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[OPINIÓN] Anthony Laub: “Las flores del mal”

“Los terroristas tienen el apoyo de esa izquierda que siempre le fue funcional, de algunos periodistas y de un grupo bullicioso de peruanos que no vivieron el terror...”.

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[OPINIÓN] Anthony Laub: “Las flores del mal”. (Foto: Ministerio de Defensa)
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“El mejor truco que el diablo jamás hizo fue convencer al mundo de que no existía”. Esta frase se le atribuye a Charles Baudelaire, aunque otros la asignan al hoy infame Kevin Spacey en su rol de Keyser Söze en esa monumental película que se llama Sospechosos Comunes, cuando al final este se revela como tal y pronuncia la mentada frase.
Como sea, la frase aplica bien para lo que ocurre en el Perú desde que se capturara al terrorista Abimael Guzmán, quizá uno de los demonios dilectos de Lucifer, junto a Hitler, Fidel o Stalin. Un poco más abajo, está el otro artífice del espanto: Víctor Polay.
El saldo esparcido por estos heraldos de Belcebú: Miles de muertos y huérfanos, gente desplazada, secuestros y torturas, odio entre peruanos, Fuerzas Armadas y Policía cuestionadas en su defensa de la patria, una fallida Comisión de la Verdad y Reconciliación, terroristas liberados luego de reducirles las penas impuestas por acción directa de una cobarde casta política y abogadil, resarcimientos económicos a quienes nos desangraron, reescritura de la historia y miles de millones de dólares en pérdidas.
Los terroristas tienen el apoyo de esa izquierda que siempre le fue funcional, de algunos periodistas y de un grupo bullicioso de peruanos que no vivieron el terror, y de aquellos que, habiéndolo vivido, se dejan llevar por la retórica pro-terrorista; esa que lo llama conflicto armado interno y que busca reescribir la historia para hacernos creer que ya no hay terrorismo y que señalar a alguien de terrorista o filo terrorista es “terruquear” y eso estaría mal. Escondamos al diablo.
Anteayer, 4 peruanos han sido cobardemente asesinados por una hueste terrorista en Putis, Ayacucho, lugar donde germinó Sendero, siguiendo la estrategia de siempre: emboscada.
Así como el nazismo no murió con Hitler, el terrorismo no murió con la captura ni la muerte de Abimael ni con Polay preso.
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