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La pandemia no detiene el efecto invernadero

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Según la NOAA, el aumento del CO2 por todo origen continuó creciendo sin pausa en el planeta, señala el columnista.
Fecha Actualización
La Agencia Internacional de Energía anunció que la pandemia y la crisis económica resultante tuvieron un impacto en casi todos los aspectos de cómo se produce, suministra y consume la energía en el mundo. La pandemia definió las tendencias de energía y emisiones durante 2020: la demanda de energía primaria cayó casi 4% y las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía cayeron casi 6% según los últimos datos estadísticos; la mayor disminución porcentual anual desde la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, el despertar de las economías incrementó las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía al término del año. Siendo un 2% más altas en diciembre de 2020 que en el mismo mes del año anterior.
La medición global de CO2, que la NOAA realiza simultáneamente en cuatro estaciones entre Alaska y el polo sur, sugiere que el aumento del CO2 por todo origen continuó creciendo sin pausa en el planeta. La atmósfera no refleja los cambios ocurridos durante la pandemia al seguir avanzando la desertificación y deforestación.
Urge –como lo está haciendo ver la administración Biden– impulsar las energías limpias. No hay más remedio si queremos ahorrarles un problema a las generaciones venideras.