/getHTML/media/1229553
Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229522
Se realiza la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

El tema de hoy: La mujer del César

“Hay un 68% de ciudadanos que desaprueban su gestión –según la última encuesta de Datum– precisamente por esta negativa a declarar”.

Imagen
PPK (César Campos)
Fecha Actualización
Han pasado ya casi tres meses desde que la comisión Lava Jato formalizó su solicitud al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, para que, en el marco de su investigación a las obras y concesiones dadas a empresas brasileñas como Odebrecht, declare sobre su intervención en algunos proyectos como el de la carretera Interoceánica y el Gasoducto del Sur.
El jefe de Estado, como es conocido, ha respondido negativamente. Alega que debe “preservar la investidura presidencial”, dice que hay que evitar que se genere un “precedente de continua exposición del presidente a citaciones congresales, administrativas o judiciales”. Y, para disipar la suspicacia, reitera, una y otra vez, que está “comprometido” con la lucha contra la corrupción.
Un primer problema para PPK es que él mismo sentó un precedente cuando recibió a la Comisión de Fiscalización que investigaba el escándalo de su asesor Carlos Moreno. Ahí no alegó “investidura presidencial”.
Como dice el refrán, “la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”, y quizás por ello la percepción ciudadana sobre la renuencia del mandatario a responder preguntas sobre su presunta relación con Odebrecht –cuando fue primer ministro durante el gobierno de Toledo, o después, en 2007, cuando fundó una ONG en la que compartía asiento de directorio con Jorge Barata– termina siendo negativa.
Esta postura del mandatario más la filtración de informaciones sobre el interrogatorio de Odebrecht en Brasil vienen dando pie a una serie de especulaciones en diferentes foros que no les hacen bien a la institucionalidad y al sistema democrático.
Y es que, al margen de consideraciones políticas sobre el aprovechamiento que determinados bloques parlamentarios pudieran hacer de un eventual interrogatorio al presidente de la República, hay un 68% de ciudadanos que desaprueban su gestión –según la última encuesta de Datum– precisamente por esta negativa a declarar de forma presencial ante la comisión Lava Jato.
Mal aconsejan al presidente, entonces, quienes le dan por su lado y avalan su posición de no recibir a los integrantes del grupo que encabeza Rosa Bartra.