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[Opinión] Yesenia Álvarez: Respuesta al profesor Castillo

Sus preguntas sirven de base para que los prejuicios nieguen derechos, deshumanicen, excluyan y afecten el desarrollo de miles de seres humanos.

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[Opinión] Yesenia Álvarez: Respuesta al profesor Castillo. (Foto: Agencias)
Fecha Actualización
El profesor Luis Castillo escribió en su Facebook de forma pública que en la apertura del año académico 2022 de la Universidad de Piura se preguntó si “el derecho fundamental a la igualdad da derecho a dos personas del mismo sexo a unirse en matrimonio y a adoptar, y justifica que el Estado apruebe las medidas legislativas para reconocerlos”. Agregó “que el ejercicio extralimitado de nuestros derechos, o lo que es lo mismo, no tomar en cuenta al otro, arruina el bien común”.
Con el argumento que esboza a favor del otro, pareciera que va a concluir que se debe reconocer igualdad de derechos para parejas homosexuales y heterosexuales, pero no, porque, a modo de pregunta, concluye que “el anhelo de las personas del mismo sexo ¿no significará realmente intentos de ejercicio extralimitado de sus derechos fundamentales?”.
El profesor no explica en qué consistiría ese ejercicio extralimitado y prejuzga que la demanda de derechos de las parejas del mismo sexo arruinaría el bien común. Para él, pedir que la ley proteja los proyectos de vida de las personas homosexuales, tal como se protegen los de las personas heterosexuales, representaría una extralimitación de derechos. El profesor tiene un prejuicio con los proyectos de vida de las personas del mismo sexo, y entiende el “tomar en cuenta al otro” como el respeto solo al modo de vida de las parejas heterosexuales.
La comunidad no será ficticia porque el profesor Castillo haga o no haga las preguntas que cree astutamente incómodas y recientes, será ficticia porque sus respuestas obvian que los proyectos de vida de personas del mismo sexo existen y que también tienen derechos, y que las relaciones consentidas homosexuales como las relaciones heterosexuales no representan daño alguno para los derechos de otro. Sus preguntas sirven de base para que los prejuicios nieguen derechos, deshumanicen, excluyan y afecten el desarrollo de miles de seres humanos. La libertad de pensamiento y la libertad de expresión no se verá afectada cuando los maestros empoderados hagan sus preguntas prejuiciosas, sino cuando los que hemos sido o son sus alumnos nos quedemos callados ante ellas.