Ganó la sensatez

El miércoles, la Corte Suprema declaró infundada en todos sus extremos la demanda contra el enfoque de género en el currículo escolar. Esta es una gran noticia. Sobre todo, cuando detrás de esa acción había una campaña de desinformación bien organizada y financiada, respaldada por lo más conservador y reaccionario de la política local. Finalmente ganó la razón sobre el fanatismo manipulador, como debe ser en un Estado de derecho y laico donde el fundamentalismo no tiene por qué dictar las políticas públicas.

Hace unas semanas, en el Pleno Mujer, la congresista Pariona informó que el registro de feminicidios daba cuenta de una mujer muerta cada dos días en manos de sus parejas y otras 75 que afortunadamente se salvaron de morir tras las golpizas que recibieron. Además, ¿cuántas violaciones o tentativas se habrán registrado este año? ¿Y relaciones tóxicas? Esto no va a cambiar mientras los niños y niñas sigan creciendo en un sistema que no fomenta la igualdad y que entiende a la mujer como un objeto sobre el que algunos creen tener derechos de propiedad.

Nadie más que uno mismo tiene derecho de hacer con su cuerpo, identidad y sexualidad lo que le venga en gana. Esa es la libertad que tenemos que abrazar, no sancionar. Si esto no se discute abiertamente, con información y sin prejuicios, bajo una lógica de respeto, seguiremos siendo la misma sociedad machista, misógina y castrante que somos ahora.

El desafío inmediato del Minedu es implementar en el aula este enfoque de género, que hasta el momento solo existe en el papel. Para eso tenemos que subir a bordo a los docentes, quienes finalmente son los que mantienen contacto directo y diario con los alumnos. Sin ellos, esto no va para ningún lado y seguirá siendo una discusión de pocos.