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Fernando Cáceres: ¿Estrategia Naranja?

“Hasta ahora… No se ve en Fuerza Popular una agenda de reformas que logre diferenciarlos/posicionarlos”.

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Al empezar este gobierno, Fuerza Popular se enfrentaba a un dilema. Si apoyaba las iniciativas del Poder Ejecutivo, podrían tildarlas de ser 'lo mismo' que PPK. Y si se oponían a las iniciativas del Gobierno, podrían tildarlos de ser obstruccionistas. Está claro que ninguna de las dos opciones les convenía. La primera por el pasivo que la actual gestión de PPK le heredaría. Y la segunda por lo fácil que podría vincularse la obstrucción con ser poco democráticos.

En estos primeros 11 meses en funciones, los parlamentarios de Fuerza Popular se han encargado de dejar claro que no serán 'PPKEIKO', pero también están demostrando que no tienen reparos en obstruir la gestión gubernamental, poniendo en jaque a los ministros con quienes tienen ojerizas previas (Saavedra y Basombrío), y a los que cometen errores (Vizcarra y Thorne).

¿Podemos esperar que la misma actitud continúe los 4 años que vienen?De los 72 congresistas de Fuerza Popular, 53 provienen de regiones y tienen vínculos con movimientos políticos locales. Por ello, los une un propósito de corto plazo con Fuerza Popular: lograr que sus bases tengan espacios clave en las listas de Fuerza Popular de las elecciones municipales y regionales de 2018, y salir airosos en estas. Para lo cual, obviamente hacen falta reformas, no solo zancadillas.

Hasta ahora, salvo excepciones como la Ley del IGV Justo, no se ve en Fuerza Popular una agenda de reformas que logre diferenciarlos/posicionarlos. Es posible que los 112 decretos legislativos del Ejecutivo hayan reducido el espacio programático del Plan Perú. Sin embargo, si uno revisa en detalle este documento, verá que hay una serie de iniciativas que guardan el sueño de los justos.

Mi hipótesis es que los fujimoristas creen que, si se queman sus balas reformistas ahora, nadie les va a atribuir el crédito en las elecciones de 2018 ni de 2021. Ojalá.