Fujis regalones

Sin tener conclusiones aún, es altamente probable que el censo del último domingo no arroje resultados tan confiables. Es decir, que los 170 millones que se fueron allí se tengan que gastar de nuevo y quizá multiplicado por dos o tres para poder tener datos confiables.

Mención aparte merecen quienes azuzados por una manguita de ignorantes y mentecatos forzaron a sus empadronadores a llenar el cuadernillo con lapicero. Lo único que logró esto fue que los pobres empadronadores trabajen doble llenando otro cuadernillo con lápiz que es lo que las máquinas que los procesan pueden leer. Cualquiera que haya dado alguna vez examen de ingreso sabe que así es. Si les preocupaba que no les cambien las respuestas, ¡sorpresa! Felizmente no todos los burros son paranoicos.

Me sorprendió ver a congresistas fujimoristas sacando cuentas en sus redes: “Con 170 millones se hubiera podido hacer esto y esto en mi región”. El inefable Tubino (antes de ofenderse busque inefable en la RAE), Salaverry y otro grupo de fujimoristas haciendo números para calcular el costo de oportunidad del probable fracaso del censo.

Pero parece que quien les hace las sumas no lo hace a la hora de aprobar las innecesarias exoneraciones para las empresas aeronáuticas que, por lo menos, le van a costar 1,000 millones al Estado en ingresos no percibidos. O casi seis censos al año.

En la exposición de motivos del mamarracho fujimorista que han criticado todas las personas y economistas con al menos un dedo de frente, no dice ni cuánto va a costar la medida ni en cuánto se calcula su rentabilidad social ni en qué medida beneficiará a quienes se pretende beneficiar. ¿Quién se ahorra esa plata que no irá para los niños desnutridos?

El Gobierno rebaja el presupuesto de los programas sociales “porque no hay plata” y los fujis se la regalan solo ellos saben a quién. ¿No que los eligieron para gobernar para el pueblo?