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¡Ellos han polarizado!

“En lugar de intentar puentes o bajar decibelios con ese, por lo menos, tercio fujimorista del electorado, lo único que pareciesen buscar es su exterminio físico, tal como los antiapristas...”.

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¡Ellos han polarizado! (MarioZapata/Perú21)
Fecha Actualización
Comencemos con un ejemplo, pedestre pero útil, para graficar la situación política actual: si tienes un hijo que sospechas que es “fumón” (o “matón”) y le andas diciendo “fumón” (o “matón”) todo el día, por más que el chico haga esfuerzos para mejorar, el resultado final que tendrás es que el muchacho decidirá que no valdrá la pena cambiar, porque nunca se le va a reconocer ningún mérito y así terminará optando por ser “fumón” (o “matón”) con todo.
Algo de eso ha pasado con el fujimorismo, que intentó comportarse tal como se lo exigían sus adversarios caviares, fujicaviares, vargallosistas, mohmistas, socialconfusos, rojos y pituliberales para tan solo recibir descalificaciones, críticas e insultos de estos por más que quisiera “portarse bien”. Al final, los elementos moderados dentro del fujimorismo han perdido toda fuerza frente a los más radicales, que se han impuesto con el “bueno, si siempre van a decir que somos malos y no hay opción para que nos reconozcan como buenos, seamos, entonces, más malos que nunca”. La polarización política actual es básicamente culpa de los caviares y las demás yerbas mencionadas, porque, en lugar de intentar puentes o bajar decibelios con ese, por lo menos, tercio fujimorista del electorado, lo único que pareciesen buscar es su exterminio físico, tal como los antiapristas lo intentaron por décadas contra el Apra. Y como aquel entonces, hoy los grandes perdedores seremos los del medio y el país entero.
Ya están crucificando a Tanaka por escribir hace poco que cree que hay torpeza y no golpismo en las últimas reacciones fujimoristas (tesis que comparto), porque todo se reduce al odio y la alharaca como análisis en esta gente, que, en cambio, chillan “me estás insultando, me estás agrediendo” cuando les cantan sus verdades.
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