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¡Buenaaaa, Vero!

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Verónica Mendoza (Foto: USI)
Fecha Actualización
-Me encantó esa alianza de mi fugaz profesora francoperuana de quechua y Nuevo Perú con Cerrón y Yehude; el primero tiene condena por corrupción y hasta el viernes estuvo preso (y además es abiertamente antisemita, homófobo y xenófobo) y el otro está seriamente comprometido por Odebrecht. ¡Qué pena que Goyo Santos no entró también al caldo! ¿Le habrán abierto porque ya le sale una sentencia condenatoria? Solo falta allí que metan también de candidata congresal 2020 a Villarán y a su quemado equipo del ejecutivo municipal; de repente José Miguel Castro, Gabriel Prado y Domingo Arzubialde por allí se animan. ¡Solamente Arana y Glave deben estar más contentos que yo con este suicidio político de Verónika Mendoza! Porque hay ya que ser excesivamente caradura o estúpido (aun siendo izquierdista) para defender esta alianza de la exsecretaria de Nadine.
-Qué extraño que ayer el juez César San Martín haya salido tan duro contra los fiscales en Expreso por las filtraciones de declaraciones. Más raro aún si CSM pasó piola en el Ministerio Público por su llamada al juez Ríos.
-Chile vive ahora su mayo de 1968, como Francia entonces: una sociedad aparentemente próspera y tranquila que explota virulentamente de la nada, como el inexplicable berrinche del niñato que vive mejor en el barrio. Una mínima subida de precio en un metro subsidiado generosamente al 50% no explica un fenómeno peor que Ecuador o los “chalecos amarillos” o nuestro pasado “5 de febrero”. Entonces triplíquenles el sueldo mínimo y las pensiones, no les cobren el metro, que la universidad sea gratis, bajen la luz, cocinen con altísimos impuestos a los ricos, denles la copropiedad de las empresas y se vuelvan escandinavos en beneficios sociales. Así serán muy felices, por un tiempito. Lo malo es que no tienen petróleo para eso…
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