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Enfrentamiento conocido

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Enfrentamiento conocido
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En octubre, cuando aún no era ministro, Waldo Mendoza aseguraba que “es casi imposible que se dé una segunda ola de contagios en el Perú” (Gestión, 6/10/20). Argumentó que la caída de casos era irreversible porque calculaba que alrededor de 16 millones de peruanos ya estaban infectados, lo que representa cerca del 50% de la población total. El 19 de ese mismo mes, en una columna en ese mismo diario, Mendoza reafirmó su hipótesis utópica: “(…) estamos muy cerca o ya hemos alcanzado la inmunidad de rebaño. En consecuencia, no veremos una segunda ola en el Perú”.
Esa posición preministerial de Mendoza podría explicar las disputas que, según relata Enrique Castillo en su reciente columna en Gestión, han dividido en dos al gabinete ministerial. Por un lado, la facción del ministro de Economía, que cree que no enfrentamos una segunda ola, sino un rebrote manejable que no requiere sacrificar más la economía. Por el otro, la facción de Pilar Mazzetti, que argumenta que la situación requiere de medidas más severas para que no volvamos al colapso hospitalario, la falta de oxígeno y a los cientos de muertes por día. Como ven, nuevamente la falsa dicotomía entre economía y salud.
De entre las dos posiciones, la de Mendoza es la que más preocupa. A esas alturas debería ser evidente hasta para el más testarudo de que la segunda ola ya reventó y que poco a poco va cubriendo el país. ¿Mendoza aún sigue creyendo que esto no es así y de que todo va a estar bien? Sería una tragedia para el país que quien esté a la cabeza del todopoderoso MEF se niegue a corregir una opinión inicial que le impide empujar medidas económicas para salvar vidas, como si uno de los flancos más frágiles de los economistas no fuese la predicción, donde por cada una que atinan fallan dos. Que Mendoza nos cuente qué piensa realmente.
No olvidemos que es imposible tener una economía sana sin gente sana.
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