Juan Mendoza: ¿Y si le quitamos la confianza a Odebrecht?

Jorge Barata ha confesado que Odebrecht obtuvo los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur con una coima de US$20 millones a Alejandro Toledo. Se investiga otra coima de US$6.3 millones de Camargo Correa por el tramo 4.

Las coimas se habrían pagado a través de Josef Maiman quien, como colaborador eficaz, habría confirmado la ruta del dinero. La evidencia contra Toledo es abrumadora: se ha ordenado su captura internacional y prisión preventiva.La Interoceánica fue posible porque se ignoraron dos observaciones centrales de Contraloría. La primera fue que el costo de la carretera era más del doble que el de vías similares. La segunda, que llegó a Proinversión a las 10:02 a.m. del 4 de agosto de 2005, fue que no se podía firmar el contrato pues Odebrecht, Graña y Montero, y Queiroz Galvao tenían juicios con el Estado.

A la velocidad del rayo, el Consejo Directivo de Proinversión, presidido y convocado de urgencia por PPK, comunicó y recibió por escrito los descargos de las empresas, solicitó y revisó la opinión legal del estudio Monroy, y debatió y desestimó la observación de Contraloría. Aunque la cronología es poco verosímil, pues el propio Monroy ha negado categóricamente haber redactado informe alguno el 4 de agosto, a la 1:50 p.m. todo estaba consumado: la Interoceánica fue concesionada con bombos y platillos en Palacio de Gobierno.

La Interoceánica también fue posible gracias a que se la eximió del SNIP y se incrementó el techo de la deuda pública. ¿Por qué no se mostró igual interés y celeridad en hacer escuelas, hospitales, agua y desagüe, o en ponerle doble vía a la Panamericana?

El sobreprecio de la carretera es colosal: el costo por kilómetro se acerca a los US$4 millones: más de 4 veces el estándar. Se ha llegado a pagar US$76 millones por 4 casetas de peaje. La pérdida social supera los US$2,000 millones.

El Estado sigue pagando, con puntualidad inglesa, por la Interoceánica Sur: más de S/1,050 millones en 2014 y 2015. El MEF proyecta US$1,043 millones adicionales entre 2017 y 2021. Todo mientras los ingresos tributarios netos caen 5.2%, el déficit fiscal se aproxima a S/19,000 millones, y la economía apenas crece 1.5% en julio a pesar de altos precios de los metales.

¿Por qué nos endeudamos para cumplir con Odebrecht? ¿Por qué no se interviene la Interoceánica? ¿Estamos esperando que Alejandro Toledo confiese o que nos llegué la demanda que Odebrecht prepararía contra el Perú en Estados Unidos?

El Gobierno y el Congreso se pechan con ahínco. Pero ¿qué tiene que pasar para que alguien se atreva a pechar a Odebrecht?