/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Cuidado con las fiestas de verano

Familia. ¿Qué hacer cuando los hijos piden permiso para divertirse en la playa?

Imagen
No negociable. Los menores de edad no deben consumir bebidas. Los hijos deben tenerlo muy claro.
Fecha Actualización
Para muchos padres, el verano les provoca dolor de cabeza. No por el excesivo calor, sino por una situación en concreto: las fiestas nocturnas en la playa. ¿Qué ocurre? Se está haciendo cada vez más frecuente que chicos y chicas de secundaria acudan a las playas para divertirse. Si usted es padre de un adolescente, sabe a qué nos referimos. Es probable que su hijo le haya dicho "papá, tengo una fiesta en el sur, ¿puedo ir?". Esta sola pregunta puede disparar un conflicto.

Los motivos son obvios. Primero: la distancia. En Lima, por ejemplo, las denominadas playas del sur están a 30, 40 o 100 kilómetros de la ciudad. Esto representa un gran obstáculo para que los padres brinden un permiso. Segundo: el alcohol. La venta de bebidas alcohólicas está prohibida para menores de edad, cierto, pero, en honor a la verdad, los adolescentes se las ingenian para conseguirlas. Los padres lo saben. ¿Cómo manejar esta situación, entonces? Lo más importante es establecer un diálogo franco. Los padres deben averiguar las motivaciones de sus hijos a la hora de elegir sus formas de diversión. Asimismo, es fundamental hablar sobre lo nocivo que es beber alcohol a tan corta edad.