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Crónica de una farsa anunciada

Luego de idas y venidas se consumó el fraude que, durante los meses de agonía de Hugo Chávez, el gobierno venezolano había venido preparando.

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Fritz Du Bois, La opinión del directorLuego de idas y venidas se consumó el fraude que, durante los meses de agonía de Hugo Chávez, el gobierno venezolano había venido preparando. Henrique Capriles quedará como el vencedor moral de esta contienda electoral, pero lo que importa en la política, al igual que en el fútbol, es la posesión y si bien Maduro con las justas ha ganado, el resultado al final es que se ha quedado bien entornillado en el cargo.

Con lo cual tendrá a su disposición el aparato de manipulación de la población que Chávez creó a lo largo de 14 años. Más aún, pese a la crisis económica por la que están atravesando los venezolanos la producción petrolera de ese país es aún de tal magnitud que cualquier pequeño salto en el precio del barril los puede retornar al despilfarro en un solo acto.

Por lo que no es para nada seguro que el régimen de Maduro vaya a colapsar en el corto plazo como muchos están esperando. Incluso hay innumerables ejemplos de gobiernos sin legitimidad que oprimen a sus ciudadanos pero que duran muchos años, basta ver a los Castro.

Así que en realidad la oposición venezolana ha dejado pasar la mejor oportunidad que ha tenido para destronar al chavismo y enterrarlo. Lamentablemente no recibieron mayor apoyo de los políticos sudamericanos y eso facilitó que la farsa electoral se haya consolidado.

Así tenemos que, sin excepción alguna, los mandatarios de UNASUR avalaron rápidamente lo que fue a todas luces un proceso irregular. Pese a tener la oportunidad de exigirle a Maduro que se lleve a cabo una auditoría que fuera imparcial y postergar, hasta que esta concluyera, la ceremonia de asunción de mando. Pero no lo hicieron y más bien lo respaldaron, con lo cual en la práctica cerraron el caso.

Por otro lado, cada presidente habrá tenido sus razones para justificar cómo actuaron. Humala, por ejemplo, ha logrado de Maduro una letra por el apoyo brindado, la cual, sin duda, va a ejecutar en el 2016 cuando requiera el aval internacional para otro proceso que también será cuestionado ya que buscará la reelección conyugal. Su protagonismo no ha sido del todo desinteresado.

Mientras que algo similar ha ocurrido internamente siendo muy pocos los que asumieron una posición de principios. Capaz el caso más extremo ha sido el de Toledo quien recibió respaldo internacional el año 2000 cuando era el Capriles peruano y de quien se esperaba que diera su apoyo total al candidato venezolano. Pero parece que su alianza con Humala pesa más y fue el quien quebró el bloque de oposición en contra del viaje del mandatario a Caracas.

Asimismo, parece que con el paso del tiempo el Canciller Roncagliolo se ha olvidado de la posición que adoptó ese año pues, ahora, ha promovido exactamente lo contrario. Al final todos han sacado algo de esta farsa que han fabricado, excepto, por supuesto, el sufrido pueblo venezolano.