/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

[OPINIÓN] Mariana Alegre: ¿A quién se le ocurre talar árboles?

Los árboles, con su capacidad para absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno, son aliados naturales en la lucha contra la contaminación atmosférica.

Imagen
Eliminar árboles representa un desatino desde el punto de vista social y económico, señala la columnista. Foto referencial.
Fecha Actualización
En medio de la más reciente y fuerte ola de calor que azota Lima, una noticia no solo preocupante, sino también exasperante ha tomado protagonismo: diversos gobiernos municipales están talando y podando árboles. Es difícil concebir cómo, en tiempos en que el cambio climático ya no es una mera predicción, sino una realidad ineludible, algunos alcaldes puedan tomar medidas tan contraproducentes, carentes de cualquier criterio técnico y, sobre todo, de sentido común.
Los árboles, esos seres vivos majestuosos que tantas veces subestimamos, son los verdaderos héroes anónimos de nuestras ciudades. No se trata solo de que son hermosos ni tampoco de la fresca sombra que ofrecen en un día sofocante, sino que representan un aporte vital para el equilibrio ecológico, la biodiversidad urbana y la calidad de vida urbana. En un contexto donde nuestras ciudades llenas de asfalto y cemento se convierten en islas de calor, podar árboles equivale a un tiro en el pie en la batalla contra el cambio climático.
Los árboles, con su capacidad para absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno, son aliados naturales en la lucha contra la contaminación atmosférica, uno de los principales reclamos de limeños y chalacos según la última encuesta de Lima Cómo Vamos. Según la misma encuesta, el 25.8% de limeños y chalacos identifica a “la falta de árboles y el poco mantenimiento de las áreas verdes” como uno de los principales problemas ambientales en sus ciudades.
Pero, más allá de sus beneficios ambientales, eliminar árboles representa un desatino desde el punto de vista social y económico. Estudios han demostrado que la presencia de áreas verdes en las ciudades está estrechamente vinculada a una mejor salud mental y física de los habitantes, así como a una mayor cohesión social. Además, los árboles aumentan el valor de las propiedades inmobiliarias y contribuyen al desarrollo económico local.
Es hora de que los ciudadanos exijamos a nuestras autoridades un cambio de rumbo en materia ambiental. No podemos permitirnos seguir destruyendo el pulmón verde de nuestras ciudades en aras de intereses cortoplacistas o simplemente por falta de visión. La protección de los árboles es una responsabilidad compartida que nos incumbe a todos. Si queremos legar un entorno habitable y saludable a las generaciones futuras –si es que aún hay futuro–, es imperativo que actuemos con sensatez y conciencia ambiental.