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Migrantes y latinos

Imagen
Migrantes y latinos. (GEC)
Fecha Actualización
Augusto llegó a Lima en 1962 y trabajó en un poco de todo. Recuerda con nostalgia cuánto le gustaba su música ayacuchana y cómo por cosas de la vida dejó de tocar. Ahora, ya jubilado, recién ha vuelto a tocar la guitarra con un talento único y una pasión sin igual. Su esposa, Julia, es de Arequipa y su llegada a Lima a los cinco años tuvo que ver con, digamos, esas ideas antiguas de prosperidad que, a veces, arrancan a los más pequeños de los brazos de sus seres queridos. Ya adulta, Julia vivió un tiempo en Argentina y mientras trabajaba en distintas casas tuvo que aprender a vivir lejos de la suya.
Carlos, Sahimar y sus hijos vivían en las Mercedes del Llano en Venezuela. Sus días eran simples, rodeados de animales y de amigos. Llegaron a vivir a San Juan de Lurigancho hace poco y son parte del casi millón de venezolanos que están en el Perú. Carlos administra un albergue, trabaja en un mercado –donde saluda sonriente a todos con los que se cruza– y Sahimar está emprendiendo un negocio de comida.
Todos tenemos una historia de migración cerca. Más o menos podemos entender lo que significa la lejanía, la añoranza, los nuevos sabores, las distintas costumbres. Yo recuerdo cómo saltaba mi corazón cuando me encontraba con otro peruano u otro latinoamericano aquellos años que viví fuera pues, aunque lejos, con ellos (y sin importar que eran extraños) me sentía un poco más cerca.
Augusto se compró un cable nuevo para su guitarra y practica todos los días; Carlos y Sahimar alistan los fogones para ofrecer las delicias que preparan; y Julia ultima detalles de la organización. Ellos están emocionados y yo también pues serán parte del espectáculo que ofrecerá la primera edición de la Mesa Latina el domingo 1 de diciembre en el parque Los Ficus (ex El Hueco), San Juan de Lurigancho, de 10 a.m. a 6:00 p.m. (ingreso libre).
La Mesa Latina promovida por Ciudad Emergente (Chile) gracias a la Open Society Initiative e implementada en nuestro país por Lima Cómo Vamos y Ocupa Tu Calle junto a varias organizaciones y aliados (como Acnur, la OIM, Abya Yala, Ruricanho, Fútbol Más y los cocineros Palmiro Ocampo y Tomás Matsufuji) busca “promover la convivencia pacífica entre migrantes y nacionales, para fortalecer la democracia y el respeto a los derechos humanos en América”. La idea es simple: “juntarse en el espacio público y disfrutar de sabores y recetas que nos unen”.
Pero no solo es compartir comida o música es, sobre todo, compartir historias y emociones que nos hagan entender que no importa en dónde estemos, todos estamos unidos pues somos hermanas y hermanos latinos sentados en la misma mesa: La Mesa Latina. ¡Te esperamos!

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