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Aporte indispensable

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El Comando Vacuna y el gobierno de Francisco Sagasti cambiaron el rumbo de lo que parecía ser una batalla perdida en la lucha por conseguir a tiempo las ansiadas dosis de vacunas contra el COVID-19.
En junio del año pasado un grupo de patriotas, todos ellos profesionales del sector privado, se unieron, sin ningún interés personal, para aportar con ideas, conocimiento, expertise y propuestas al Gobierno con el fin de que se negociaran y compraran los antídotos lo más pronto posible. Sin embargo, la mezquindad de las autoridades de entonces hizo que se desperdiciara ese valioso conocimiento y experiencia, desoyendo los reiterados consejos que les daban para que se aseguraran vacunas con los principales laboratorios del mundo.
Fue recién Sagasti quien, apenas llegó a Palacio, les abrió las puertas, y a la experiencia y profesionalismo del canciller Allan Wagner, que luego del escándalo del Vacunagate se hizo cargo de Torre Tagle en remplazo de Elizabeth Astete –una de las vacunadas en secreto, junto con Pilar Mazzetti y Martín Vizcarra–, y por fin se comenzaron a tomar las decisiones correctas sobre el tema.
Esta reorientación ha permitido que en estos momentos contemos con una considerable cantidad de vacunas y nuevos contratos, como el anunciado el miércoles último por el jefe de Estado, la compra de 12 millones de dosis adicionales a Pfizer, con lo cual el Perú tendrá 60 millones de dosis aseguradas hasta fines de 2021 para inocular incluso a menores de 18 años, dados los buenos resultados de esta fórmula.
Esta iniciativa de la sociedad civil, apoyada desde el primer momento por Perú21, cumple ya un año de desinteresado trabajo. El Perú tiene mucho que agradecer al intachable grupo de patriotas que integran Carlos Neuhaus, Raúl Delgado Sayán, Antonio Pratto y Jaime Reusche.
Su aporte le dio el giro indispensable que el proceso de adquisición –e incluso distribución– de vacunas necesitaba. Si la ciudadanía, después de todo lo ocurrido, puede ver ahora una luz de esperanza en la lucha contra la peste, se lo debe a la brega tenaz e infatigable del Comando Vacuna.