Al margen de la Constitución

Nuestra Constitución establece límites a la función legislativa para garantizar el equilibrio de poderes que toda democracia sana exige. Pero, a este Congreso, que viene legislando al margen de la Constitución y de la ley, tal parece que la institucionalidad y la estabilidad del país le saben a nada. Es más bien la popularidad su principal divisa.

Y es que, en un ejercicio irresponsable del poder, el Congreso viene aprobando leyes abiertamente inconstitucionales y antitécnicas, a pesar de las objeciones de los distintos ministerios y de expertos; e insiste en ellas aún cuando son observadas por el Ejecutivo.

En menos de un año el Tribunal Constitucional le ha enmendado la plana tres veces. La semana pasada declaró inconstitucional la ley que permite el retiro de fondos de la ONP y le dijo que las pensiones no se tocan. Para el máximo intérprete de la Constitución, el Parlamento no tiene capacidad de gasto, y la ley contraviene el principio de equilibrio presupuestal e intangibilidad de los fondos pensionarios.

La ONP es un sistema de reparto, el dinero de los aportantes va a un fondo común y solidario que sirve para pagar las pensiones de los jubilados. Es decir, no hay de dónde retirar el dinero y, para hacerlo, tendríamos que endeudarnos por 16 mil millones de soles. Difícil creer que los congresistas no entiendan esto, más aún cuando ministros, funcionarios y expertos han desfilado innumerables veces por las distintas comisiones congresales para explicarlo.

Ya en agosto el Tribunal Constitucional había declarado inconstitucional la ley que suspendió el cobro de peajes, al considerar que viola el derecho a la libertad de contratar; y en diciembre hizo lo mismo con la ley de ascensos automáticos en el sector Salud porque, entre otras cosas, el Congreso no tiene capacidad de gasto.

A pesar de que los congresistas ya conocían los argumentos en contra de estos proyectos de ley, insistieron en su aprobación ¿Acaso están jugando con las expectativas de la población para granjearse su simpatía en tiempos electorales?

Los electores debemos informarnos y saber qué partidos son los que promueven y votan a favor de estas leyes y debemos demostrarles que, a diferencia del suyo, nuestro voto sí es racional.