Hace ya un buen tiempo se ha empezado a hablar de las características que tiene la conducta de la mujer, subrayando que, si el hombre puede ser infiel, ella también puede serlo.
Muchas veces nos encontramos con personas que tienen esta frase a flor de labios, y van por la vida tratando de justificar alguna razón o sufrimiento para empezar a pensar seriamente en que mejor sería quitarse la vida.
Los sentimientos que se pueden experimentar cuando se ha sido engañada son múltiples, muchos negativos, como venganza, desesperación, llanto desconsolado y el deseo de algún día devolver dicho mal.
En las relaciones afectivas de pareja es común encontrar situaciones en las que uno de los miembros siente que algo en su interior ha empezado a cambiar, lo que le preocupa y empieza a fantasear con la idea de que el amor ha desaparecido, lo que no siempre es exacto.