Es indignante que a siete años del fenómeno de El Niño Costero, allá por el 2017, que afectó y en su caso devastó a 13 regiones de nuestro país, mayormente de la costa norte y centro, obligando al gobierno de turno, el de Pedro Pablo Kuczynski, a crear la entidad de la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios, con un director ejecutivo con rango de ministro, que se encargara no solo de reponer la infraestructura destruida con mejoras, sino principalmente de la prevención de los efectos de los desastres naturales por aumento del caudal de ríos y quebradas o su activación, como lo señala su propio Plan Integral, al 2023 no haya logrado la solución integral de las causas estructurales que históricamente han destruido y hasta desaparecido pueblos y civilizaciones del Perú.