Un peruano fue detenido por masturbarse frente a la policía española

Esta vez un peruano no fue reconocido en el mundo por sus logros. Ocurrió todo lo contrario. Esta es la breve historia.

Un hombre fue detenido la madrugada del pasado 20 de marzo en Madrid, España, por masturbarse en la calle y eyacular en la mano de un policía nacional.

Se trata de un joven de 31 de nacionalidad peruana, según el diario El Mundo de España.

El peculiar episodio ocurrió sobre las 6 de la mañana del lunes 20, según cuenta el diario español. La Policía española fue alertado por varios jóvenes de que un hombre se venía masturbando en la calle de la Cruz, en el distrito Centro.

Al llegar, los efectivos se encontraron con el sujeto. Estaba recostado sobre la pared, con la mano izquierda se tocaba su órgano sexual, mientras que con la otra, cogía un celular.

Los agentes le pidieron que se detuviera; sin embargo, el joven parecía no escucharlos, narra El Mundo.

"Según la versión policial, citada por el diario , el detenido, con una mirada lasciva, se dirigió a los agentes diciendo con voz melosa: 'Oh sí mi amor. Oh sí mi amor. Muy malo, gallego"

La escena continuó por unos segundos más y se hizo más intensa. Los efectivos cuentan que el hombre aumentó la velocidad de sus movimientos hasta que eyaculó sobre la mano izquierda de uno de los agentes.

El atestado policial señala: "Un líquido de color blanquecino sale de su órgano genital en la dirección del policía antes mencionado, cayendo al suelo y sobre la mano izquierda de este hombre".

Varios curiosos se acercaron al lugar, mientras los agentes, hasta en 10 ocasiones, continuaron pidiéndole al hombre que se detenga. De respuesta consiguieron que el sujeto les dijera: "No mi amor, primero mírame mi amor», mientras con su mano izquierda, la misma con la que se masturbaba, "trataba de tocar el rostro de uno de los policías", cuenta el diario.

Cuando la escena parecía no tener fin, el hombre salió huyendo. En su intento tropezó y fue arrestado por los agentes.

Pero no termina allí. En el calabozo, alargando este episodio que parece haber sido sacado de la ficción, el apresado dijo a un agente: "Muchas gracias mi amor, me salvasteis la vida. Perdón por hacerme caca, es de la emoción", según conoció el diario de los documentos oficiales.

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